La ansiada inmunidad de rebaño, la cual se dijo que podría llegar en noviembre de este año, estaría mucho más lejos de lo que nos lo han hecho creer, o por lo menos así lo asegura el salubrista Darner Mora.

“Me molesta que a la gente no se le diga la verdad. Todo mundo está esperando que en noviembre ya la tendríamos (la inmunidad de rebaño), como anunciaron las autoridades de salud, cuando uno científicamente sabe que no puede haber inmunidad de rebaño en una vacuna que lo que hace es muy bueno, evitar los casos graves, pero el virus usted lo puede seguir transmitiendo”, asegura Mora.

Insistió en que eso es muy importante aclarárselo a la gente.

“Los casos van a bajar bastante, pero tiene que seguirse con el lavado de manos, el uso de mascarilla y el distanciamiento en lugares cerrados. En los abiertos, la gente puede ir al parque o al estadio”, agregó el especialista en salud pública.

Mora explica que pese a las expectativas que se tenían sobre las vacunas anticovid, las que se han hecho hasta el momento no cortan los contagios debido a que no impiden que el virus se meta y desarrolle en las mucosas de la nariz.

Es por eso que para él solo las vacunas contra covid-19 son incapaces de producir la inmunidad colectiva.

En este sentido, considera que fue un error eliminar el uso de mascarillas, sobre todo en lugares no ventilados, como sucedió en Nueva York, Estados Unidos y en Israel cuando lograron vacunar con dos dosis a la mayoría de su población.

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No detiene contagios

Mora agregó que no debe sorprendernos que la vacuna anticovid no produzca inmunidad de rebaño, porque muchas otras vacunas, como las de la rabia, meningitis, tétano, difteria, rotavirus, tosferina, tuberculosis, herpes zoster, neumococo, gripe o fiebre amarilla tampoco interrumpen la propagación de los gérmenes.

“Este tipo de vacunas disminuyen los síntomas, pero la persona puede seguir transmitiendo el germen porque el vacunado puede portar el virus y transmitírselo a personas con defensas bajas o inmunosuprimidos, que tienen mayor riesgo ante un contagio”, explicó el salubrista.

Por eso considera que la gente debe lavarse las manos constantemente y usar mascarilla, siempre, en lugares cerrados; en los abiertos tiene sus dudas, porque sabe que el aire puro diluye mucho el virus.

Eso sí, Mora dice que llegará el momento en el que el nivel de contagios bajará porque la mayoría de la población estará vacunada y entre vacunados el contagio no tendrá tantos efectos negativos.

“El virus va a tender a caer por naturaleza y llegará el momento en que no tengamos que usar mascarilla, aunque sí debemos seguirnos lavando las manos para protegernos de otras enfermedades. También tendremos la libertad de abrazarnos. Pero sí deberemos seguirnos cuidando por un tiempo, para que el virus ya no pueda transmitirse de una persona a otra”, dijo don Darner.

Hay que tener claro que el virus se quedará como una enfermedad estacional como la gripe y habrá que vacunarse todos los años, lo que habrá que ver es la frecuencia y si serán dos dosis, como ahora, porque los estudios indican que su eficacia es de seis meses para evitar enfermar gravemente.

Las que sí tienen ese efecto de cortar los contagios son las vacunas contra el sarampión y la viruela, por lo que entre más vacunados haya, protegen a los que estén a su lado.

Hay que vacunarse

Mora fue enfático en que él no está en contra de la vacuna anticovid.

“Uno debe vacunarse, es fundamental hacerlo, lo que no quiero es que descuidemos los elementos esenciales para evitar los contagios”.

El demógrafo Luis Rosero indicó el miércoles que de seguir la tasa de reproducción como hasta ahora, para finales de noviembre se estarían presentando 200 casos diarios.

Para don Darner ese panorama podría darse a finales de diciembre de este año, o en enero, febrero y marzo del 2022, primero porque habrá más vacunados y segundo porque estaremos en verano, estación en la que el virus es más susceptible y la gente estará menos encerrada.

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Rosero también explicó que con la llegada de la variante delta, que es el doble de contagiosa, se necesitaría un 95% de personas vacunadas para lograr la inuminidad de rebaño.

“Eso no lo vamos a lograr, primero, porque el 15% de la población no está ni siquiera en la población meta a vacunar, que son los menores de 12 años, sumado al problema de que la inmunidad comienza a disiparse luego de equis número de meses después de la segunda dosis”, dijo el demógrafo.