Nacional

Temas de familia: Un mundo diverso

El amor entre padres e hijos es un idioma universal, nos afirma nuestra psicóloga María Ester Flores.

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Visitar países deja grandes enseñanzas. Lo mismo pasar por lugares turísticos en los cuales se mezclan nacionalidades. Es como el gran teatro de la vida.

Se pueden apreciar personas con vestuarios conservadores, desde Medio Oriente, África, Asia, hasta las extravagancias mas inimaginables del mundo moderno.

Miradas atentas a estructuras de gran contenido histórico, responden en idiomas con tonos y acentos de agradable musicalidad, hacen de ese momento la maravilla de la diversidad.

Otro aspecto para maravillarse es el lenguaje humano universal. Ese nunca cambia. El amor entre padres, madres e hijos es el mismo en todas las lenguas y nacionalidades. Así como la protección y los cuidados básicos.

Eso nos recuerda que todos somos una sola consciencia, una sola alma planetaria soñando siempre con la paz. Que la tolerancia entre países es necesaria, tanto como las buenas acciones de solidaridad en cada gobierno del mundo. Eso sí, sin extremismos que conducen a la violencia.

Nada más hermoso que toparse en cualquier calle con gente muy diferente a un costarricense y regalarle una mirada amistosa, sonrisas sinceras, saludos amables, cordialidad calurosa, para recibir lo mismo.

Se trata de abrir el corazón con humildad, en lugar de lanzar críticas radicales a otras culturas. Todos los humanos somos bellos si vemos la parte amorosa de lo humano.

Hablar con la paz, escuchar con la paz y aprender con la paz, es lo mejor que podemos heredar a las futuras generaciones en todos los rincones del mundo.

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