Uber anunció que hizo algunos cambios en sus políticas de cancelación ya que este monto pasará de ser una tarifa fija a una calculada dependiendo del tiempo y la distancia que recorrió el conductor para recoger al usuario.
O sea, si usted cancela un servicio, se le cobrará la distancia que recorrió el chofer desde el lugar en el que estaba al aceptar el viaje hasta el punto desde el que se solicitó.
El usuario tiene un periodo de gracia de dos minutos para que no se le cobre dicha tarifa, una vez agotado ese tiempo, la misma aplicación le indicará el monto exacto a pagar si usted ya no quiere el servicio.
Además, cuando el conductor llega al punto desde el que se solicitó el viaje, tiene hasta cinco minutos para esperar, de lo contrario se aplica la tarifa de cancelación y, además, por se cobra el tiempo de espera, por un mínimo de ¢400.
Para poner un ejemplo, si un chofer conduce dos kilómetros hasta el punto desde donde se solicitó el viaje y el servicio se cancela después de esos cinco minutos, el usuario debe pagar ¢680, antes habría tenido que soltar ocho tejitas.