Hay un local en barrio La California, en San José, que está endulzando el paladar de los más golosos con picante.

¿Cómo así? Se trata de una idea que lleva rato de haber surgido, pero en Costa Rica es la primera vez que se disfruta.

Se trata de La Nepería, un comercio que está pronto a cumplir un mes y se dedica a la venta de waffles, pero no unos normales, ya que tienen de dos estilos particulares: con forma de órganos reproductores masculinos (los nepes) y femeninos (las pepas).

Sin duda, su nombre no pasa desapercibido entre quienes llegan a pegarse la fiesta los bares de La Cali o tan solo pasaban por el céntrico barrio josefino.

“El proyecto nació en pandemia, cuando un grupo de tres amigos nos unimos para traer el concepto a Costa Rica que, aunque nació en Corea, se popularizó más al llegar a España, donde lo conocimos nosotros”, nos dijo uno de los emprenderores, quien accedió a contarnos los detalles de su negocio, pero sin revelar sus nombres.

Este grupo de compas, se puso manos a la obra para traer las máquinas necesarias para hacerlos y desde marzo comenzaron más de lleno con las vueltas y permisos.

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El viernes 2 de diciembre abrieron las puertas y están muy contentos con la respuesta de la gente que se ha apuntado al chingue.

“El concepto es para llegar con los amigos y pasar un buen rato, vacilando. Lo que brindamos, además del producto, es una experiencia y tenemos otro tipo de paquetes para eventos especiales, como despedidas de soltera y cumpleaños”, explicó el joven pulseador.

¿Cómo son?

Como una innovación con toque tico, estos comerciantes inventaron los salados, porque en el resto del mundo donde se han abierto locales con estos singulares productos, solo tenían sabores dulces.

Y otro toque que le agrega picante a los productos son algunos de los nombres con los que bautizaron a sus waffles, como por ejemplo los ‘nepes dogs’, que son como un perro caliente con una salchicha adentro, y el ‘nepe con quesillo’ que está relleno de queso mozzarella.

Las pepas no se quedan atrás y está ‘la mechuda’ que es relleno de carne mechada y la arreglada que es igual que la anterior, pero con repollo y salsas.

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Los nepes dulces están bañados en chocolate tradicional, blanco o rosado, según el deseo del cliente y el básico incluye un topping que puede ser: maní, oreo, bolitas de chocolate o acá también están los nombres para ponerle el toque picosito, que son el ‘pelitos de sugar’ que son con coco rallado o los ‘pelitos de payaso’ que son las confituras de colores (sprinkles).

Venden unos que básicamente son waffles dulces: el nepe va bañado en chocolate y se le añade un topping y la pepa lleva dos bolas de helado.

“El concepto del lugar es que la gente vea el tema de forma natural, sin morbo y brindar un espacio para hablar libremente del tema, sin ninguna otra connotación. Estoy seguro que generará controversia en algunas personas, pero queremos hacerlos pasar una buena experiencia, reírse y disfrutar”, dijo uno de los propietarios.

¿Solo para mayores?

Y si usted se está preguntando si solo es para mayores de edad, no, es abierto para todo público, sin restricciones para quienes quieran darse un gustico.

De hecho, aunque la expectativa de sus dueños era que llegaran muchos jóvenes, han sido gratamente sorprendidos con la asistencia de madres con sus hijas adolescentes, parejas de novios, entre otros.

Si quiere darse la vuelta, puede hacerlo todos los días a partir de las 3 p.m. Solo que de domingo a miércoles cierran a las 8 p.m., mientras que jueves, viernes y sábado, están abiertos hasta las 3 a.m.

Los precios son ¢3.900 los básicos y ¢4.400 los que incluyen dos toppings.

Jococidad

El sexólogo Mauro Fernández también nos brindó su aporte, recordándonos que en todo el mundo siempre se ha hablado de sexualidad de forma jocosa y esto se debe básicamente a la censura.

“Para un órgano como este se tienen cualquier cantidad de nombres en toda Latinoamérica, porque la gente tiene que hablar de forma cifrada”, comentó Fernández.

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