Costa Rica quiere dejar de depender de datos extranjeros para entender cómo nos afecta el Sol, y por eso la Universidad de Costa Rica (UCR) se tiró al agua con un proyecto científico pionero que busca predecir el clima espacial y sus impactos en nuestro país.
El Centro de Investigaciones Espaciales (Cinespa), la Escuela de Ciencias de la Computación e Informática (ECCI) y el Citic-UCR trabajan en una investigación que pretende generar datos propios y desarrollar herramientas computacionales que permitan anticipar eventos solares, algo clave para proteger sistemas de navegación, telecomunicaciones, electricidad y otras infraestructuras sensibles.
La coordinadora del proyecto, la doctora Carolina Salas Matamoros, explicó que el clima espacial es básicamente “el impacto de la actividad solar sobre la Tierra”. Y Costa Rica, al estar casi en el ecuador, resulta una zona ideal para estudiar ese fenómeno.
Hasta ahora, el país no contaba con registros detallados de cómo las tormentas solares nos pueden afectar, lo que complica prepararse ante eventuales daños.
El equipo científico se ha dedicado a recolectar datos con diversos instrumentos y a construir un radiotelescopio propio, ubicado en el Recinto de Santa Cruz.
Es el primero del país y el primero en Centroamérica dedicado a estudiar al Sol midiendo ondas de radio entre 100 y 1000 MHz, justo donde ocurren las radioexplosiones solares.
Este aparato permite monitorear el Sol en horarios en los que antes no había datos, información que ahora podrá sumarse a la red mundial de observaciones solares. Según la doctora Salas, esto ayudará a entender mejor los efectos de la actividad solar tanto en Costa Rica como a nivel global.
Las tormentas geomagnéticas no son un juego: pueden tumbar comunicaciones como radio y GPS, dañar satélites, afectar redes eléctricas e incluso alterar la forma en que algunos animales se orientan. Por eso, contar con datos propios permitirá crear protocolos de seguridad y reaccionar mejor ante posibles eventos fuertes.
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Además, el equipo trabaja junto al TEC en herramientas basadas en inteligencia artificial para mejorar la predicción de tormentas solares. Ya lograron estimar velocidades de tránsito de emisiones de plasma y campo magnético usando rayos X, y ahora buscan aplicar el modelo a emisiones de radio.
La meta es clara: que cualquier persona pueda consultar en línea el estado del clima espacial y saber si se viene una tormenta. De hecho, ya están desarrollando un prototipo que esperan lanzar en pocos meses.
Este proyecto, además del radiotelescopio, se impulsa gracias a la colaboración entre Cinespa y distintas escuelas de Ingeniería de la UCR, con el apoyo de LanammeUCR, la OSG, Racsa, el IGN y especialistas internacionales del Inaoe de México.
Con esto, Costa Rica da un salto enorme en ciencia espacial, fortaleciendo su capacidad para entender al Sol y sus efectos, y poniendo al país en el mapa de la investigación de clima espacial en América Latina.




