Vecinas de barrio Cuba se unen para proteger a sus hijos de balas y drogas

Han puesto en práctica actividades para disfrutar al aire libre

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La guerra por dominar la venta de drogas que tienen delincuentes del precario El Pochote y de lo que se conoce como El Mar Caribe, en barrio Cuba, tiene como en un sándwich a unos 300 metros de barriada donde viven muchos chiquitos.

Sus madres están preocupadas porque entre tanto plomazo y muerto, sus hijos pasan encerrados, como en una cárcel.

“Nosotras, las madres y las abuelas, también estamos en guerra. Somos las luchadoras que están haciendo hasta lo imposible porque nuestros hijos no cojan el camino de las drogas, porque no sean un muerto más en este barrio que poco a poco se ha ido perdiendo entre las drogas y el narcotráfico”, dijo una mamá muy angustiada porque los muertos en barrio Cuba aparecen un día sí y otro también.

“Las autoridades se echan la gran hablada de que es una lucha entre pandillas por dominar la droga y que por eso están tranquilos porque se están matando entre ellos. Pero qué va, entre bala y bala un hijo nuestro puede morir, a estos bichos no les importa nada cuando van a matar a otro, tiran bala para todo lado”, agregó otra madre que conversó con nosotros, pero sin dar el nombre para que no las jodan con plomo los mismos bichos que desde diciembre a hoy, ya han matado a dos.

Pero esas mamás no se echan a morir. Al contrario, entre varias están buscando soluciones para que sus hijos pueda tener diversión en un barrio donde en cualquier momento se suelta una balacera porque los de El Pochote y los de El Mar Caribe no se dan descanso. Ya tienen más de un año de estarse matando entre ellos.

Estas mamás se han unido con la Fuerza Pública y otras instituciones para realizar actividades en las calles de la comunidad mientras están vigiladas por la Policía para que los chiquitos puedan reír, sudar y disfrutar en las calles que ahora ven casi todo el día desde las ventanas de sus casas.

“El pasado dos de febrero ya realizamos la primera gran actividad entre los vecinos de estos 300 metros entre El Pochote y el Mar Caribe. Teníamos inflables y toldos que tiramos al piso y llenamos de agua para que los chiquillos resbalaran. Fue una tarde muy linda, pudimos tener buena seguridad y tranquilidad gracias a la Policía", explicó una de las madres.

“También la Policía nos llevó un cine para que nuestros hijos pudieran ver una película y nosotras, las mamás y abuelas, les dimos confites y vendimos comida entre los vecinos. La idea es hacer una muy linda fiesta en diciembre y poderle comprarle un regalito a cada chiquito. No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras nuestros hijos están encerrados por miedo a las balas”, añadió la señora preocupada.

Estas mamás están indignadas. Dicen que la Policía agarra a los vendedores o consumidores de drogas pero al momentico están afuera, burlándose de la autoridad.

En menos de dos meses estas mamás van a organizar otro día de sana diversión al aire libre, de la mano con la Policía, para que sus hijos disfruten tranquilos. “Estas actividades son para que nuestros hijos cojan un poquito de viento y de sol porque encerrados tanto tiempo hasta se enferman”, nos dijeron las mamás, quienes adelantan que seguirán luchando para que sus retoños tengan una infancia digna y al aire libre.

Redacción

Redacción LT

Redacción La Teja

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