(Video) Scooby encontró un Shaggy en el ferry de Paquera

Scooby andaba de aquí pa' allá en el ferry de Paquera, como tantos perros que son abandonados en el relleno de ese lugar y fue lo mejor que le pudo pasar porque encontró a un amigo inseparable.

No hablamos de un capítulo de la popular serie de caricaturas Scooby Doo, sino de algo que pasó el pasado miércoles 24 de enero en uno de los viajes del ferry, cuando el perrote, un hermoso y cariñoso zaguate, se hizo amigo de prácticamente todos los pasajeros.

Pero un niño y su madre se encariñaron tanto del simpático peludo que se lo llevaron para la casa y lo bautizaron como Scooby.

El niño se llama Schneider Cabezas y desde el primer día se convirtió en el amigo inseparable del perro, como lo es Shaggy de Scooby en la serie animada.

Este zaguatito es un macho de gran tamaño y durante su estancia en el ferry en Paquera, se dejó hacer cariño por los visitantes, se dejó fotografiar, movía la cola y andaba como buscando dueño.

Lo triste es que muchos perros y gatos son abandonados a su suerte en el relleno de Paquera y quedan deambulando. Algunos llegan hasta el ferry y han sido rescatados, sobre todo por gringos, otros no tiene la misma suerte.

Mauricio Palacios, uno de los funcionarios del ferry, explicó que Scooby ya tenía varios meses de deambular por la calle, que estaba flaquito y medio descuidado.

La mayoría de los perros y gatos que llegan a abandonar al relleno de Paquera están muy bajos de peso y medio descuidados, por eso, muchos visitantes se compadecen y les comparten una comidita, pero Scooby se sacó la lotería porque encontró un hogar, pues cuando lo estaban sacando del ferry porque iba a zarpar, volvió a meterse y ya no había como devolverse.

“Este perro tenía la costumbre de subirse al ferry y teníamos que estar sacándolo porque no puede viajar con nosotros. Una vez se subió y fue hasta Puntarenas y para no dejarlo tirado lo volvimos a traer de regreso (a Paquera)”, contó Palacios.

Sin embargo, el perro volvió a hacer de las suyas y el miércoles volvió a subirse, volvió a ganarse el cariño de la gente y no pudo ser sacado del barco cuando lo atraparon porque ya había zarpado.

"Fue amor a primera vista, en especial para mi hijo que se encargará de bañarlo, pasearlo y alimentarlo. Lo vimos que subía y bajaba como con una insistencia de quererse ir y además está muy lindo, al punto que decidimos traerlo", dijo Paola Villalobos, la señora que se enamoró del perro en el ferry.

Ella es una amante de los animales y dijo que ya había adoptado a otro zaguatico.

“Vivimos cerca de un río y sabemos que se va acoplar. La propiedad donde vivimos es cerrada, así que no tiene como escaparse”, dijo la nueva dueña de Scooby, quien vive en Barranca de Puntarenas.

"Lo vamos a llevar a pasear con nosotros. No pensamos que llevaríamos un perro a casa después del paseo (andaban en Tambor), pero ante tanto maltrato que hay contra los animales debemos ayudarlos porque como ellos sienten igual que nosotros", añadió la nueva mamá de Scooby.

Villalobos quedó convencida el miércoles que el guato andaba buscando cariño y que por eso no dudó en llevárselo, pero dada las circunstancias, pidió ayuda a los muchachos del ferry para que lo pudieran amarrar.

"Muy bueno por él para que no ande tirado en la calle o lo atropelle un carro . Disfrutaba mucho que la gente le hiciera cariño y era muy aventurero", aseguró Palacios.

Amiguero

Villalobos contó que en su nueva casa Scooby ha estado puras tejas, pese a que tenía miedo que se fuera a llevar mal con Polar, la otra mascota.

"Creí que se lo 'podía comer', pero se llevan muy bien. Ha pasado tomando agua y comiendo, seguro todas las comidas atrasadas. Es muy cariñoso, ni lo he escuchado ladrar", dijo.

Paola también cree que tuvo dueño porque entiende y hace caso de lo más bien. "Si uno le dice, Scooby afuera, al patio, se va. No es cochino, orina afuera siempre. Estamos muy contentos", aseguró la nueva mamá del aventurero animal.