Salvador Chávez Ugalde, de 50 años, descubrió su pasión y habilidad para jugar fútbol, luego de sobrevivir a un choque que tuvo entre la moto que manejaba y un carro.
Consecuencia de los fuertes golpes, Chávez, perdió la pierna derecha, y desde entonces tomó como compañeras fieles a las muletas y una prótesis, quienes le han dejado nuevos amigos y triunfos. Él es campeón nacional del torneo criollo de fútbol de amputados.
Este triunfo lo obtuvo el sábado 21 de julio anterior, al arrebatarle al equipo Real Fortaleza el tricampeonato, con un 3 a 2, en el estadio Nicolás Masís de Escazú.
Él es uno de los jugadores del equipo “Club Morado”, el cual integra desde hace un año, afirma que a veces lo ponen de defensa, sin embargo, como es bien bueno el entrenador también lo usa como “comodín” en otras partes de la cancha.
Chávez, es padre de tres hijas, asegura estar agradecido por la segunda oportunidad de vida, por eso no le pone “peros” a nada y se arriesga con cualquier reto que la vida le da.
“La vida no se termina por perder una pierna, un ojo, un oído, un brazo o cualquier parte del cuerpo, todos debemos ir donde nos lleve nuestro corazón”, afirmó don Salvador.
El Club Morado es dirigido por 12 exjugadores de primera división y lo integran sobrevivientes de accidentes y de enfermedades, actualmente no tienen patrocinio y entrenan en las canchas de San Blas de Cartago, en otra que está al frente del colegio San Luis Gonzaga y en La Sabana.
Armero de la Fuerza Pública
Don Salvador, es armero de la Fuerza Pública y trabaja en supervisión de control y mantenimiento de las armas en Heredia.
El accidente al que sobrevivió ocurrió la mañana del jueves 26 mayo 2016, en La Aurora de Heredia, 100 metros al sur del Palí cuando iba camino a la delegación policial.
“Una muchacha se pasó el alto, yo iba con vía llegando a la iglesia del padre Pío y solo me faltaban docientos metros para llegar al trabajo, cuando ocurrió el choque”, contó el policía.
A la responsable del accidente la juzgaron por lesiones culposas.