La hija de ocho años y la esposa de Ronny José Dobrosky Rojas, de 38 años, quien fue asesinado a balazos este martes 17 de mayo, están vivas de milagro.

Ambas estaban a pocos pasos de él cuando fue atacado por tres pistoleros.

El suceso ocurrió frente al colegio María Inmaculada, en barrio La Colina de Limón.

El guarda y conserje de ese centro educativo, de apellidos Ortiz Rivera, de 64 años, fue herido de bala en la cabeza y su condición es grave. Él ayudaba en ese momento a recibir a los niños.

Según informó el OIJ, Dobrosky y su esposa llegaron al colegio en un vehículo, a las 8 de la mañana de este martes, a dejar a su hija de 8 años, la pequeñita está en segundo grado. En el centro educativo hay dos parqueos por donde pueden ingresar los niños, ellos lo hicieron por el menos concurrido.

Las autoridades judiciales explicaron que la menor se estaba bajando del carro y el guarda la iba a recibir cuando un vehículo en el que viajaban tres hombres y que, al parecer, los seguía sin ser visto, también entró al parqueo, los sospechosos se bajaron con pasamontañas y dispararon con una ametralladora y un arma nueve milímetros en varias ocasiones.

La mujer estaba dentro del carro y la menor en el portón, incluso la puerta del carro por donde se bajó todavía estaba abierta. Las balas si impactaron a Ortiz que estaba a centímetros de la niña.

Dobrosky, a quien las autoridades tenían fichado como un supuesto narco limonense, ya había fallecido cuando las autoridades llegaron.

A Ortiz lo llevaron al hospital Tony Facio de Limón en condición es crítica. Él es padre de tres hijos y es vecino de La Colina. Algunos padres de los estudiantes de ese centro educativo comentaron que realizarán una cadena de oración por don Juancito, como le dicen de cariño.

La Policía Judicial aseguró que no hubo más heridos porque el parqueo donde se dio el ataque está en una bajada y eso impidió que las balas alcanzaran a más personas.

La Fuerza Pública realizó varios operativos y cierres de carreteras para tratar de dar con los sospechosos, pero no hubo capturas. El OIJ, además, se encuentra revisando videos de cámaras de seguridad cercanas.

En el colegio no dieron declaraciones, solo aseguraron que lamentan mucho lo ocurrido y que en todo momento protegieron a los estudiantes. Las clases fueron suspendidas y será hasta el próximo viernes que se reanuden.

Los padres de familia estaban muy asustados por lo ocurrido.

“Yo estaba trabajando cuando en un grupo de WhatsApp de aquí pusieron que hubo una balacera en el colegio y que había un muerto. Digamos que a mi todo me temblaba porque mi hija es estudiante del colegio y para uno es increíble que ocurra una situación así, es que pudo ser más grave, yo me subí al carro y me vine a recoger a mi hija que está en primer grado. Ella estaba asustada, pero no entendía muy bien lo que pasó. Los chicos un poco más grandes están muy preocupados por el guarda don Juan, ellos lo quieren mucho, de momento solo sabemos que está muy grave”, dijo una mujer de apellido Rodríguez.

“Uno lamenta mucho lo que pasó porque le apagaron la vida a un papá frente a su hija, que además es muy pequeña para entender esto, y pusieron en peligro a muchas personas, ojalá los agarren y los metan presos”, añadió.

Antecedentes

Dobrosky fue detenido a inicios de marzo del 2020 como sospechoso de liderar, junto con Danny Hernández Fernández, alias Ratón, una banda dedicada al narco. Esa vez le pusieron medidas cautelares, entre las que estaban el monitoreo electrónico, firmar una vez al mes en un despacho judicial y no podía salir del país, esa causa todavía está en investigación. Presuntamente el baleado se dedicaba a lavar dinero y se hacía pasar por pescador.

La primera vez que las autoridades supieron de él fue cuando lo detuvieron en La Uruca con ¢137 millones en efectivo dentro de un carro, ese decomiso se dio en el 2013.

Piden paz

La Conferencia Episcopal de Costa Rica envió un comunicado de prensa en el que dice que las misas y las horas santas de este jueves 19 de mayo serán dedicadas a orar por la paz, esto a raíz de este asesinato y por la golpiza que recibió el sacerdote Adalberto Dorati, de la iglesia de Campo 2 de Cariari, durante un asalto a la casa cural el lunes.

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“Como pastores del pueblo de Dios, hacemos un vehemente llamado para frenar la ola de violencia y delincuencia que golpea a nuestra nación. En las últimas horas, la diócesis de Limón, por medio de su obispo, Javier Román Arias, nos ha alertado de hechos que condenamos y que deben llamarnos a todos a tomar acciones”, dijo José Manuel Garita, obispo de Ciudad Quesada y presidente de la Conferencia Episcopal.

“Los hechos de violencia, en las últimas horas, contra un sacerdote, en la parroquia en que da su servicio, y el asesinato contra una persona en un centro educativo, nos llenan de dolor y luto en nuestra sociedad. Nos solidarizamos con la provincia limonense, con todas las personas de buena voluntad que habitan este querido territorio. Por años, nos hemos alegrado de ser un país de paz, pero la realidad nos golpea día a día, con hechos de violencia, incremento de la criminalidad e incursión del narcotráfico. Es inaceptable que, a la vista de gente buena y honrada, la ola de corrupción y criminalidad haga estragos en nuestra sociedad”, añadió monseñor.