Una boa constrictor de gran tamaño apareció este martes en Cinco Esquinas de Tibás y le pegó el susto de sus vidas a algunas madres de familia y escolares, que salían del centro de estudios a sus hogares.
El suceso ocurrió a eso de las 12:45 de la tarde, en el barrio Leiva Urcuyo, detrás de la Clínica Clorito Picado.
El ingeniero topógrafo Chrisitan Chacón, quien estaba haciendo trabajos de replanteo (volver a medir y marcar puntos de un terreno), contó la historia.
“El asistente me dijo, ‘Chrsitian, por aquí pasó una culebra’ y le dije, ‘suave, voy a traer un cuchillo’”.
“Pero como que la boa nos oyó porque empezó a moverse (pero no se percató) y empecé a escuchar los gritos de señoras y niños. No sabía por qué razón, pensé que a alguien le había dado un infarto, o algo así”.
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En ese momento, Chacón no tenía idea del tamaño de la culebra y cuando se aproximó, se dio cuenta de que era un animal enorme.
“Ya habían llamado a los bomberos. Yo estuve como a tres metros de ella, pero de haber sabido que era tan grande, no me acerco tanto”, dijo.
Recordó que en febrero, también le salió una boa constrictor en la habitación de su casa, pero no era tan grande.
Dijo que el lugar donde apareció es un terreno baldío, en el límite entre los cantones de San José y Tibás y por donde pasa el río Torres. A ambos lados de la ribera hay casas.
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Expresó que un bombero agarró la boa, pero que esta empezó a arrollarse en el brazo (eso no está grabado) y los otros dos bomberos debieron ayudarle a desenrrollarla.
Recordemos que esas culebras no son venenosas, se alimentan de ratones, principalmente. Si usted ve una, debe llamar a los bomberos de inmediato. No las debe lastimar.
El hallazgo refleja cómo especies silvestres buscan refugio en zonas urbanas debido a la cercanía de ríos y terrenos baldíos. La recomendación de los bomberos es clara: no intentar manipularlas y siempre dar aviso inmediato.