El cura Mauricio Víquez Lizano, en fuga desde enero de este año, fue detenido este domingo en la madrugada en San Nicolás de Los Garza, Monterrey, en el estado mexicano de Nuevo León.

El religioso era buscado en 194 países desde que empezó a huir. Incluso dejó botadas las clases que daba en la Universidad de Costa Rica, a la que no se presentó cuando se inició el curso lectivo de este año.

Rodolfo Alvarado, abogado de dos de los hombres que lo denunciaron por supuesto abuso sexual, lo confirmó esta tarde a La Teja.

El sacerdote, de 55 años, se ve en la foto facilitada este domingo por la Fiscalía General de México con la barba crecida y canosa.

La Fiscalía General de México informó que lo acusan de abuso sexual, violación calificada y corrupción agravada en contra de menor de edad.

Michael Rodríguez y Anthony Venegas, quienes denunciaron a Víquez Lizano por supuestos abusos sexuales, viajaron a Ciudad de México a inicios de agosto para pedirles a los ciudadanos de ese país que avisaran a las autoridades si sabían su paradero.

“Fue detenido entre la madrugada de hoy y las primeras horas de la mañana, me lo confirmaron los muchachos que son mis patrocinados legales, que fueron invitados a México y llevaron un mensaje de urgencia para que fuera detenido y controlado”, dijo el abogado.

La captura estuvo a cargo de la Policía Federal de México, sin embargo se desconocen más detalles.

Al costarricense lo habrían llevado al Juzgado de Distrito Especializado en el Sistema Penal de Ciudad de México y las autoridades ticas comenzaron a correr para pedir la extradición.

Echó a correr

El excura se encontraba prófugo de la justicia desde el lunes 7 enero, cuando trascendió que se interpuso una denuncia penal en su contra por un supuesto abuso sexual contra un menor de edad.

Esa causa prescribe el próximo sábado 28 de setiembre, cuando hayan transcurrido 10 años desde que la presunta víctima cumplió la mayoría de edad.

El abogado Alvarado considera que Víquez podría llegar al país antes del 15 de setiembre en un vuelo comercial.

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“Tendrá que hacerle frente a una denuncia penal, presentada por un muchacho de nombre Josué; además, en virtud de la modificación de la ley que amplió a 25 años la prescripción de los abusos sexuales hay otras causas que ya fueron presentadas”, aseguró el representante legal de los jóvenes.

Sobre Víquez también se interpusieron nueve denuncias canónicas por el mismo delito, no obstante, a nivel penal ya prescribieron.

El OIJ realizó una investigación amplia desde hacía más cuatro meses en conjunto con la Policía Mexicana sobre este caso.

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Desde el martes 19 de febrero el Juzgado Penal de Desamparados había girado orden de captura internacional.

Las autoridades sabían que Viquez salió hacia Panamá y de allí a México, pero el paradero exacto era un misterio.

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Las autoridades ticas incluso realizaron allanamientos en la Curia Metropolitana y el Tribunal Eclesiástico de la Iglesia católica, donde decomisaron evidencia importante sobre Víquez.

Algunos de los casos por los cuales se le acusa ocurrieron entre julio y setiembre del 2003, contra un menor de 11 años que entró a trabajar en limpieza en la iglesia de Patarrá, Desamparados, el encargado del pago era el sacerdote Víquez, quien supuestamente en varias ocasiones llevó a cabo los abusos sexuales.

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