La familia Miranda Romero murió sepultada por un deslizamiento que enterró la casa en la que vivían en calle Matamoros, Piedades Sur de San Ramón, Alajuela.
Apenas llevaban 11 meses viviendo en Costa Rica, luchando por un sueño que ahora fue, trágicamente, interrumpido.
En esta tragedia fallecieron Eddy Miranda, de 40 años; su esposa Karla Romero, de 36 años, y la hija menor, Edith Miranda, de 9 años.
Eddy llegó a suelo tico en noviembre del 2024 y su esposa, Karla Romero, junto con la hija menor de ambos, llegaron el 23 de diciembre, para pasar Navidad en familia.
Así lo recordó Maritza Romero, prima de Karla y una de las sobrevivientes de esta tragedia, quien tenía un mes de haber llegado al país.
La familia era oriunda de Juigalpa de Chontales, Nicaragua, y querían construir una casa en ese lugar.
“Dos horas antes de que ocurriera la tragedia estuvimos hablando y Eddy decía que se sentía muy feliz con el trabajo y la vida que estaba teniendo con la familia en Costa Rica, no pensaban en irse, pero sí tenían un sueño de tener la casa propia en Nicaragua”, recordó Maritza.
La familia se fue a descansar, siendo la última vez que los vieron.
Amigo sobrevivió y salvó a dos mujeres del derrumbe
Un amigo del matrimonio logró sobrevivir para salvar a la hija mayor y a una prima de las víctimas.
Así lo aseguran las sobrevivientes Marielys Miranda Romero, de 19 años, hija mayor de la familia, y de Maritza Romero, prima de una de las fallecidas.
La fatalidad ocurrió la noche del sábado 4 de octubre, cuando estaba lloviendo mucho en calle Matamoros, en Piedades Sur de San Ramón, Alajuela.
“Ese día Eddy fue a comprar el diario, queríamos hacer una carne asada para comer con una prima y el esposo de ella, pero ellos no pudieron llegar y solo hicimos una parte.
“Guillermo, el amigo de Eddy, siempre llegaba a la casa, pero nunca se quedaba; ese día se quedó porque era mucho el aguacero”, recordó Maritza Romero, una de las sobrevivientes.
LEA MÁS: Dolor en San Ramón: deslizamiento por fuertes lluvias cobra la vida de una niña y dos adultos
La niña, Edith, se acostó primero y luego sus papás llegaron al cuarto.
En otra de las habitaciones estaba Marielys.
Mientras que en la sala estaban Maritza y Guillermo Villalobos, pero un fuerte estruendo los alertó de que algo había ocurrido.
La casa tenía electricidad por medio de panel, pero se quedaron a oscuras debido al fuerte estruendo.
Marielys fue la primera en alertar del derrumbe.
“Me estaba lavando las manos para irme a dormir, escuché un fuerte ruido y se fue la luz, luego todo quedó en silencio, mi sobrina salió y dijo: ‘ay tía, quedamos aterradas’, le dije: no sea loca, es un árbol que cayó.
“Mi prima Karla, ni Eddy, tampoco la niña, dijeron nada, absolutamente nada”, recordó la sobreviviente.
Intentaron salvarlos, pero fue imposible.
“Solo a Eddy logramos escuchar, fueron tres quejidos que hizo como de dolor, pienso como que se despidía”, dijo Maritza.
Guillermo comenzó a tratar de soltar una cadena que amarraba los portones y fue así como lograron salir los tres sobrevivientes.
“Podemos decir, que gracias a Dios y a Guillermo, nos salvamos, porque sino hubiese estado, nosotras no sobrevivimos, tal vez, hubiésemos muerto aterradas, a él le costó abrir las puertas, nosotras no hubiésemos podido abrirlas por los nervios y por lo fuerte que estaba cerrado”, dijo Maritza.
Maritza cumplió este lunes 6 de octubre un mes de haber llegado a Costa Rica, por el momento quiere devolverse a su país para despedir a sus parientes y no sabe si regresará a suelo tico.
“Uno siempre cambia de opinión, pero no quisiera regresar a este lugar (San Ramón, Alajuela) donde nos ocurrió esta tragedia, porque me dolería mucho”, concluyó la sobreviviente.








