Sucesos

Hija sobreviviente de asalto en que asesinaron a su papá cumplirá sueño que tenían juntos

Por robo de una moto familia no deja de sufrir

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Sobreviviente de balacera, Jessica Blanco

Don Gilbert Jesús Acuña Calvo, de 60 años, tenía un sueño que en pocos días se hará realidad, a pesar de que a él lo asesinaron para robarle la moto cuando viajaba con su hija de 14 años.

Su hija sobrevivió gracias a que él la protegió de los delincuentes, no publicaremos su nombre por el temor con que ella vive desde el pasado 25 de julio.

Acuña soñaba con ver a su hija vestida de quinceañera, su ilusión era grandísima y según nos contó su esposa, doña Jéssica, hasta lloraba cuando hablaban de la fiestita o de alguno de los detalles.

La vida de don Gilbert fue apagada en una calle de La Primera, en La Rita de Pococí, él y su esposa habían comprado hacía dos meses la moto con la que él siempre había soñado, todavía la estaban pagando.

El papá y su hija se fueron para la pulpería a comprar un refresco porque tenían mucho calor, cuando ya regresaban y estaban a 200 metros de su casa, dos hombres los interceptaron.

“Mi hija dice que mi esposo les preguntó qué pasaba y en eso ellos sacaron el arma. Mi esposo protegió a nuestra hija, le dijo: ‘mi amor, ¡corra, corra!’, para que se metiera a una casa. A él le dispararon dos veces en las piernas y no opuso resistencia. Uno de los sospechosos tenía el arma y el otro agarró la moto, pero uno de ellos parece que se quiso ir detrás de mi hija, y en eso le pegó un balazo a mi esposo que le explotó el corazón”, recordó doña Jéssica, quien compartía su vida desde hacía 17 años con don Gilbert.

A su hija no le pasó nada, pero desde ese día vive con mucho miedo de que los sospechosos regresen. La muchachita tiene déficit atencional y sufre de epilepsia.

La joven cumple el 5 de setiembre, pero se lo van a celebrar el 3 para aprovechar que es fin de semana.

“Mi hija y yo fuimos el 18 de junio a San José a donde una tía de mi hija para que se midiera un vestido que ella tenía de una de las hijas para una sesión de fotos que le iban a hacer y él la vio vestida, él me llamó llorando ese día y me dice ‘mi princesa ya va cumplir 15 años y no le puedo dar una fiesta como la que se merece, con lo poquito de la pensión que recibo apenas comemos’”, contó.

Doña Jéssica recuerda que su esposo le hizo una maceta en forma de bici y se les ocurrió que para ayudarse la rifarían, también hicieron otro sorteo con una cobija de borrego y la muchacha que se la ganó se la regaló y pudo vender de nuevo toda la rifa.

“Mi esposo me dijo, ‘tenemos que hacerle algo a la chiquita, no gaste la plata para poder celebrarle a ella’”, recordó.

“Cuando yo llegué a donde mi esposo, el día del crimen, estaba herido, yo en su último suspiro le cerré los ojitos y él los volvió a abrir y yo le dije, ‘mi amor, la chiquita está bien, la salvaste, sos un héroe’, él cerró los ojitos y le salió una lagrima, yo le prometí hacerle algo”.

“El 26 de agosto a mi hija le tomaron las fotos de quinceañera en San José y la hermana de mi esposo le hizo una comida de sorpresa y bailó el valls con su primo, ellos amaban a mi esposo y ahora este domingo le haremos en la casa una comidita, quequito y heladito con sus amiguitas, así como mi esposo lo quería, lo difícil es que nos falta él”, dijo con pesar doña Jéssica.

El queque que tendrá la joven en su fiesta vendrá con la foto de ella y sus papás, sobre todo para sentir cerquita a don Gilbert, quien hubiera disfrutado montones y no se hubiera perdido pieza bailando con su señora.

“Mi hija está feliz, ella dice que papá desde el cielo va estar feliz, está muy emocionada”, aseguró.

Doña Jéssica nos contó que ellos vivían de la pensión de su esposo, pero ahora le ha tocado vender medias, ropa interior, shorts, pijamas y lo que pueda, pues asegura que cuando dice que tiene 47 años no le dan trabajo. Cada vez que puede viene a San José para llevar mercadería.

Ella tenía la esperanza de que le dieran la pensión de don Gilbert pero nos explicó que se la negaron porque su esposo tenía 152 cuotas y necesitaba 182, ahora ella cruza los dedos para que en una cita que tiene en el IMAS este mes le puedan dar una ayuda.

“Yo lo que quiero es que mi hija pueda seguir estudiando”, aseguró.

La mamá contó que además de la fiesta su esposo tenía la ilusión de ir a la graduación de noveno de su hija, que es este año.

“Yo espero que se haga justicia, mi esposo fue la víctima 500 y vi que ya llevan casi 600 casos, esto cada día está peor, que dolor más grande es perder a alguien que uno ama tanto, más que se lo arrebaten así, es hora de que ya las autoridades hagan algo porque es mucha la gente inocente que está pagando con su vida.

“A nosotras nos cambiaron la vida, éramos muy felices con mi esposo, nos hacía tener una vida llena de amor y de alegría, y ahora hay días muy duros, solo le pido a Dios ser muy valiente”, concluyó la esposa.

Silvia Coto

Silvia Coto

Periodista de sucesos y judiciales. Bachiller en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo. Labora en Grupo Nación desde el 2010.

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