Javier Peña vivió uno de los fines de semana más difíciles de su vida. No solo tuvo que ver cómo una inundación se llevaba todo lo que había en su casa, sino que también aguantó hambre dos días.
Peña es uno de los vecinos de B-Line de Matina que resultaron afectados por las lluvias e inundaciones de los últimos días, especialmente las del viernes y el sábado. Cuenta que la llena de este fin de semana es la peor que ha pasado en los tres años que tiene de vivir en esa comunidad, sobre todo porque los sorprendió a oscuras.
“Es la primera vez que vivimos una situación tan complicada, porque la otra vez la llena nos llegó a lo mucho a la rodilla, entonces nosotros tuvimos chance y también porque no fue de madrugada, entonces trepamos las cosas”, dijo.
Superpapá
Aunque en la inundación perdió todo lo que había en su casa, Peña logró rescatar lo más importante: sus hijos. Tiene cinco niños de 6, 5, 3, 2, y 1 año y dos chiquitas de 8 y 4 años.
“Un vecino fue el que nos avisó que se estaba llenando, pero cuando nos dimos cuenta el agua ya estaba adentro. Lo único que pude hacer fue sacar a mis hijos, porque tengo siete hijos pequeños, cuando quise regresar ya estaba todo perdido, la refri, los pañales, la ropa, todo”, recordó.
El hombre dijo que, afortunadamente, todos sus hijos se encuentran bien y hasta el momento no han pasado ninguna necesidad porque uno de sus hermanos que vive en la comunidad de 28 Millas recibió a los pequeños y allí han recibido alimentos y cuidados.
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Tocó aguantar
Don Javier no tuvo tanta suerte, pues él sí ha tenido que pasar hambre debido a que no ha podido dejar su casa sola. Teme que alguien se aproveche de la situación.
“Desde el viernes no he podido comer nada porque hemos estado esperando ayuda y me tuve que quedar en la casa”, añadió.
Peña dijo que él y otros vecinos realmente no necesitan un albergue, pues sus casas están bien; sin embargo, necesitan otras ayudas como alimentos y ropa.
Sin tiempo para nada
Otro que vivió una situación similar fue Carlos Luis Quiros, vecino de Dabao de Matina. Él tuvo que salir corriendo de su casa en medio de la oscuridad de la madrugada del sábado.
“En cuestión de minutos ya teníamos el agua por el pecho, yo apenas pude ayudar a los viejitos de ahí, ya no había nada qué hacer, la gente lo perdió todo”, dijo.
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Quirós aseguró que la ayuda la necesitan los adultos mayores y los niños de esa comunidad pues han sido los mas golpeados por esta tragedia.
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), a este martes había 274 personas damnificadas que fueron llevadas a tres albergues en Matina.