Kimberly Salazar Chaves vio la oportunidad de cumplir sus sueños y de dar un mejor futuro a sus hijos convirtiéndose en policía.

Cuando hizo las pruebas para entrar al Ministerio de Seguridad no estaba del todo convencida si ese peligroso trabajo era lo que buscaba, pero durante el primer día del curso básico policial sus dudas se esfumaron.

“Yo siempre he sido deportista y el día que nos recibieron en la academia fue muy exigente, eso me encantó. Los oficiales de la Policía de Fronteras fueron quienes nos dieron la preparación ese días y el ver el montón de acondicionamiento físico que necesitábamos me gustó muchísimo.

“Tengo diez años de practicar atletismo, el que más me gusta es de montaña. También hago ultramaratones (carreras que sobrepasan los 42 kilómetros) y natación”, relató.

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Salazar tiene 30 años y lleva dos años y cinco meses como oficial de la Fuerza Pública. Actualmente trabaja en la delegación del centro de Turrialba, Cartago.

La uniformada reconoce que el horario de los policías es complicado, pero dice que cuando uno quiere hacer algo busca la forma de lograrlo.

“Mi horario es de tres por tres (tres días trabaja y tres está libre). Cuando me toca trabajar en el día me levanto a las 3:30 de la madrugada para hacer ejercicio por lo menos media hora, porque ya a las seis de la mañana tengo que estar en el trabajo. Esos días salgo a las seis de la tarde y llego a la casa a pasar tiempo de calidad con mis dos hijos.

“Cuando trabajo de seis de la tarde a seis de la mañana, llego a la casa, alisto a mis hijos para que se vayan a estudiar y luego me ejercito entre las siete y las ocho de la mañana, después me acuesto a dormir un poco. Es cansado, pero todo es cuestión de disciplina. En ocasiones, cuando hay carreras, salgo de trabajar después de doce horas seguidas y me voy de una vez a la competencia, le pongo mucho para tratar de dejarme alguno de los tres primeros lugares”, contó con orgullo.

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En el Ministerio de Seguridad saben del potencial de la oficial, incluso el año pasado la mandaron a Colombia a representar al país en una competencia.

Además, igualmente el año pasado, alcanzó el segundo lugar en la carrera de la Fuerza Pública, en la categoría abierta.

Incansable

Kimberly, además, planea volver a estudiar el próximo año ya que quiere darle un mejor futuro a sus pequeños.

“Voy a sacar la licenciatura en Enfermería, es un proyecto que había tenido que suspender, pero si Dios quiere voy a retomarlo en enero. Sé que va a ser duro porque hasta tendré que hacer un internado sin goce de salario, pero es parte del esfuerzo que tengo que dar para cumplir mis metas”, aseguró esta carga mujer.

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Salazar dice que, pese al montón de cosas que tiene que hacer a diario, ella siempre busca tiempo para ir inculcándole a sus hijos el amor por el deporte y la disciplina.

“Mis chiquitos tienen seis y nueve años y están en una escuela de fútbol, también practican natación. Yo siempre trato de que ellos lleven un estilo de vida saludable, tanto en lo físico como en la alimentación”, añadió.

La oficial dice que sus conocidos le preguntan mucho que cómo hace para salir adelante con todo y ella siempre da la misma respuesta: la clave está en el esfuerzo y la disciplina.

“Uno tiene que disfrutar lo que hace. Yo escucho a policías a los que no les gusta que los manden a caminar a la calle, a mí me encanta que me manden a caminar porque eso le permite a uno relacionarse con la gente y crear un ambiente de confianza con los ciudadanos.

“Es importante tener siempre metas para saber hacia dónde caminar. Después de terminar Enfermería me gustaría estudiar Economía. Cuando mis hijos estén más grandes, me gustaría pasarme a la Policía de Fronteras, me gusta ese cuerpo policial, es muy exigente y eso me atrae”, detalló.