Amanda Zuriely Guevara Fajardo, de 30 años, la obstetra inocente asesinada en Limón, dejó a su mamá, Verónica Fajardo, un regalo que hoy ella conserva como un verdadero tesoro.
La joven ejercía su carrera desde hace seis años, estaba como interina en el hospital Tony Facio de Limón, pero, por lo general la ascendían como obstetra, así lo confirmó a La Teja doña Verónica, quien también trabaja en este centro médico.
Doña Verónica es enfermera y, pese a que era compañera de su propia hija, no coincidían en las labores de la profesión de Amanda. Ella siempre soñó con verla ejerciendo, y esto le fue cumplido antes de que le quitaran la vida a la inocente muchacha.
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El regalo que hoy su mamá atesora
Amanda se encargó de recibir a los bebés de sus mejores amigas y también de sus familiares; esto le causa una gran satisfacción a esta madre que, en medio del dolor por perder a su única hija, lo deja todo en manos de Dios y de las autoridades.
“Ella recibió los bebés de las mejores amigas, hizo el parto de ellas, de las embarazadas de mi familia.Yo le dije a la esposa de un primo mío: ‘¡Cómo me gustaría ver a mi hija trabajando en su labor!’, porque yo soy enfermera, pero no estaba en el área de mi hija, y ella le dijo a mi hija: ‘Grábeme, para que se lo pase a su mamá, para que su mamá la vea trabajando’. Y me dieron ese regalo, pude ver a mi hija cómo trabajaba en una labor de parto”, manifestó la mamá.
En medio del desconsuelo guarda los bellos momentos con su hija y es consciente de lo buena que fue y todo lo que aún le faltaba.
“Sé que sus amigas, las mamás de nuestra familia y muchas otras mujeres están agradecidas con ella por ayudarles”, manifestó esta madre.
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A Amanda le quitaron la vida frente a los ojos de su mamá, cuando ambas estaban al frente de su casa en barrio La Colina, de Limón, la tarde de este lunes 1.° de diciembre.
En el sitio se mantenían unos constructores que hacían un trabajo en la casa de madre e hija.
“Estábamos en la casa y venían siguiendo a un muchacho; teníamos los portones abiertos porque están construyendo la cerca, que se nos había caído. Mi hija y yo nos estábamos poniendo de acuerdo para pagar unas cosas y en eso oímos los balazos; venía un hombre siguiendo a otro, empezó a disparar como un loco. Los contratistas (trabajadores de la cerca) salieron corriendo, cada quien por su vida.
“Donde mi hija hizo a dar un paso, me la agarró una bala. Ella murió en el lugar de manera instantánea”, recordó la mamá.
Otra víctima inocente
Vladimir Muñoz, subdirector interino del OIJ, confirmó que Amanda no era el objetivo de los criminales; sino más bien uno de los constructores que estaba trabajando en la vivienda de la víctima.
“El objetivo es impactado por los sospechosos y logra huir por la parte trasera de la casa (propiedad de Amanda y su mamá) en esos disparos producidos por los sicarios, la mujer resulta herida”.
En este 2025 han muerto 80 víctimas inocentes, 19 han sido mujeres y 61 hombres.
De momento, no hay detenidos por este atroz hecho.
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