Una viejita de 66 años, de apellido Soto, cayó en manos de la Policía Judicial como sospechosa del delito de proxenetismo.
La captura se dio este jueves en la tarde, en barrio Don Bosco, cerca de La Sabana.
Según informó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), la sospechosa tiene una pensión donde un grupo de mujeres, que tenía a su cargo, reciben hombres para darles servicios sexuales.
Entre las trabajadoras había mujeres ticas y extranjeras.
Cada cliente tenía que pagar ¢20 mil por la sesión. La sospechosa era la que recibía la plata y luego les daba una parte a las jóvenes.
La “sala de masajes con final feliz" estaba 150 metros al oeste del INA en barrio Don Bosco.
La adulta mayor fue puesta a las órdenes del Ministerio Público, donde está a la espera de una audiencia de solicitud de medidas cautelares en su contra. El OIJ investiga si la detenida tenía otros locales similares.
LEA MÁS: Sala de masajes disfrazaba lugar de prostitución en Escazú
Masajes de mentiras
El 28 de junio pasado, una mujer de apellido Castro fue arrestada en Los Anonos, Escazú. Al parecer, ella usaba una supuesta sala de masajes como mampara para prostituir mujeres.
El día de la captura, en el local había seis mujeres entre los 20 y 30 años, quienes, al parecer, eran las que daban los servicios sexuales.
En esa ocasión, el OIJ dijo que Castro hasta tenía un sistema de citas para agendar las sesiones con anticipación.