Papá de joven mecánico asesinado en Tibás: "Me mataron a un hijo que nunca le hizo daño a nadie"

El papá del joven mecánico que fue asesinado la noche del lunes, en un aparente intento de asalto, asegura que los hombres que entraron al taller de su hijo, en Llorente de Tibás, acabaron con la vida de un joven trabajador, humilde y muy especial.

Don Claudel Marín nos contó la mañana de este martes, que su hijo Luis Paulino Marín, de 24 años, había puesto hace año y medio un tallercito en la cochera de la casa donde se dedicaba a reparar motos.

"Me mataron a un hijo que nunca le hizo daño a nadie, porque era un hombre de bien, un hijo, hermano, esposo y papá de una niña de dos años, tengo un dolor en mi corazón que no puedo explicar", dijo Marín.

Luis Paulino era un mecánico graduado del INA, se especializó en motos, sobre todo BMW, porque había trabajado casi un año en esa empresa.

La noche del lunes estaba con un doctor que llegó a recoger una moto de esa marca, que él había reparado.

"El portón estaba entreabierto, cuando dos hombres en un Honda Civic de color negro, se estacionaron, entraron armados y encañonaron a mi hijo y al doctor, los metieron en el baño, al parecer, mi hijo le agarró el arma al sospechoso, una calibre 22, y le dispararon en el hombro pero la bala le dio también en la vena del cuello. Al doctor lo tiraron al suelo y le pusieron la pistola en la cabeza, y le dijeron que él también se iba a morir, cuando le dispararon al hombre se le encasquilló el arma y entonces salieron corriendo, mi hijo logró salir del taller como detrás de ellos y fue cuando se desvaneció y mi otro hijo lo atajó", dijo Marín.

Don Claudel comentó que sus otros dos hijos estaban en la casa, a la cual se puede entrar por la cochera, porque él sospecha que Luis Paulino pensó en sus hermanos, en protegerlos y por eso reaccionó.

Añadió: "lo único que se llevaron fue el celular del doctor, él me dijo que está vivo por la voluntad de Dios, estaba muy asustado".

Este papá no cree que los maleantes fueran para robarse alguna de las motos, pues asegura que al ser tan caras no tienen tanto mercado; sin embargo, al igual que sus vecinos coincide en que los maleantes ahora entran a robar lo que sea.

Joven esforzado.

Marín asegura que su hijo había puesto el tallercito con mucho esfuerzo y que al principio tuvo problemas por un vecino que se quejó del ruido, pero ya después logró acomodarse.

"Mi hijo tenía muchos clientes, lo recomendaban mucho y él siempre quería ayudarles a todos. Hasta ayudaba a los vecinos", dijo Marín.

La última vez que don Claudel vio a su hijo fue la tarde de este lunes, cuando él regresó a dejarle una moto que Paulino le pidió que probará, después se fue a su casa, que está cerca, y su hija lo llamó para pedirle que llegará lo antes posible.

"Cuando yo llegué vi a mi hijo tirado y le golpee en las piernas y le decía: 'papito, no se muera', pero él no reaccionó. Mucha gente trató de ayudarlo, pero ya no había nada qué hacer", dijo el papá.

Claudel espera que la justicia de con los dos asesinos, le pide al OIJ que no lo abandone la investigación por la muerte de su muchacho, y al Ministro de Seguridad, Michael Soto, que haga algo para que la inseguridad disminuya.

"A mi hijo lo mataron dos hombres que no querían trabajar, él era un joven luchador, necesitamos acabar con el hacinamiento en las cárceles que solo provocó que estén liberando reos", dijo el hombre.

Luis Paulino tenía la ilusión de hacer un curso por Internet que daban desde España, para especialización en BMW.

Su esposa, Katherine Araya, aseguró que él siempre fue un hombre amoroso y muy luchador.

"Solo quiero que detengan a esos hombres malos, yo no puedo sacar de mi mente el ver a mi esposo tirado en la acera, él era una persona muy buena, nos dio mucho amor a mí y a la bebé", dijo la mujer.

Luis Paulino será velado este martes después de las 6 de la tarde en la Funeraria Shalom en Tibás y el funeral será el miércoles, a las 11 de la mañana, en la parroquia San Juan Bautista, en Tibás.