El oficial de la Fuerza Pública Maynor Álvarez Castrillo, asegura que desde el 14 de julio del 2014 su vida es un completo calvario.

Ese día, un hombre de apellido Trejos se le fue encima y le arrancó la oreja izquierda de un mordisco.

Desde entonces, el policía ha tenido que someterse a distintos tratamientos médicos, entre ellos cuatro cirugías reconstructivas.

“Actualmente tengo en la cabeza una válvula expansora de piel, que hace que se me vea una gran pelota y eso me genera mucha incomodidad. El 5 de diciembre tengo una cita y se supone que ese día me quitan la válvula, los médicos dicen que después la pelota va a desaparecer”, relató el afectado quien sufrió el ataque en Villa Colón de Osa.

Álvarez dice que otra cosa que le quita la paz es saber que el hombre que lo hirió y le cambió la vida para siempre está libre como si nada hubiera pasado.

“Yo me lo he encontrado en la calle y trato de esquivarlo porque me da mucha cólera verlo y así mejor evito una reacción violenta mía. Desde que ese hombre me atacó mi vida es un calvario, me siento mal”, aseguró el oficial.

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Hace como mes y medio hubo una audiencia en la que el abogado del acusado quiso conciliar proponiendo una condena de año y medio para su representado, pero Maynor no estuvo de acuerdo, por lo que se ordenó una nueva audiencia para este viernes 31 de agosto.

Rodrigo Calderón, defensor de la víctima, dijo que esta vez el agresor decidió someterse a un proceso abreviado con el fin de evitar la cárcel. Ahora las partes están a la espera de las fechas de las nuevas audiencias.

Recuerdos que atormentan

El uniformado recuerda perfectamente el día en que se quedó sin oreja.

“Yo estaba libre y salí a hacer unas vueltas, ya cuando iba de regreso para mi casa, en Piedras Blancas de Osa, se vino un aguacero y me metí a un restaurante en Villa Colón de Osa para escampar.

“Cuando entré vi a Trejos, él que me dio la mano, pero con cierta violencia y de mala gana. Yo me arrimé al mostrador y él me siguió, luego se dejó decir: ‘por este hijuep... usted me denunció’, dijo eso señalando a una mujer que estaba en el negocio.

Inmediatamente Álvarez sintió un golpazo en la cabeza que lo dejó casi inconsciente, acto seguido el salvaje se le tiró encima al policía y le mandó el mordisco que lo dejó sin oreja. Otras personas que estaban en el local intervinieron y apartaron a Trejos, ya que estaba muy ceñido.

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Luego de la salvajada el atacante huyó; estuvo en fuga tres días y después se entregó a las autoridades en compañía de un abogado.

“Lo que hizo que el agresor se enojara conmigo fue que la pareja sentimental de él me había contado en el pasado que él la agredía, entonces yo la aconsejé y le dije que podía denunciarlo. Ella me tomó el consejo y eso enfureció al hombre ese.

“Estuve cuatro días internado en el hospital San Juan de Dios y después me dieron salida, pero mi vida cambió totalmente, mi estado psicológico se cayó totalmente", reconoció el oficial.

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Se arriesga a trabajar

En total, Maynor ha estado incapacitado cuatro meses debido a las cuatro operaciones que le han hecho durante estos años y, aunque aún no lo han dado de alta, él está trabajando.

“No me puedo dar el lujo de que me rebajen plata por la incapacidad, entonces estoy trabajando. Mis superiores me dicen que ande con cuidado porque tengo un dictamen médico que me imposibilita asolearme, hacer fuerzas y participar en operativos donde pueda sufrir algún daño físico”, expresó.

El policía dice que espera que pronto el agresor pague por lo que hizo y que en diciembre, cuando le quiten la válvula de la cabeza, él pueda sentirse mejor para empezar a recuperar la paz que le arrebataron cuando lo dejaron sin oreja.