En lugar de ser un día lleno de alegría, la llegada de los doce años marcó negativamente la vida de un pequeño, quien habría sido abusado sexualmente por su maestro, en una escuela de Desamparados.

Una semana antes de celebrar la fecha especial la mamá del niño empezó a notar que él estaba muy raro y fue el propio día del cumpleaños que confirmó que algo malo estaba pasando.

La señora llegó este martes a los Tribunales de Desamparados a declarar en el juicio que se le sigue al maestro de apellido Sequeira y de 34 años.

En el debate ella recordó con dolor que para esa fecha especial le habían planeado una comidita a su hijo con algunas personas cercanas, entre ellas el sospechoso. La actividad estaba organizada para el 12 de septiembre del 2014, un día después del cumpleaños del pequeño, pero debido a que se descubrió lo sucedido no se llevó a cabo.

“Ese día, al final, mi hijo no quiso que le celebráramos el cumpleaños y de hecho, hasta la fecha no se le ha vuelto a celebrar”, expresó.

La mamá contó también que lo sucedido cambió para siempre el comportamiento del pequeño, ya que lo hizo desconfiado y solitario, incluso, desde ese momento evita salir de la casa por miedo a que le dijeran algo en la calle sobre la situación que vivió en la escuela.

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Falta de apetito dio la alerta

La señora contó a los jueces que ella empezó a sospechar que algo malo pasaba porque el hijo dejó de comer.

“Al principio de la situación yo noté que mi hijo no quería comer y eso me extrañó porque él siempre fue muy comelón, yo le pregunté qué le pasaba y él me dijo que nada”, narró la mamá del pequeño.

“El día que cumplió los doce años él llegó de la escuela y pasó el resto del día con el celular y yo lo vi normal. En la noche yo entré al cuarto de mi hijo y vi que estaba hablando por teléfono y le pregunté quién lo había llamado y me dijo que el maestro.

“Después salí del cuarto y al rato volví a entrar y él seguía hablando con el maestro, pero cuando me vio se puso nervioso y eso me pareció muy raro”, agregó.

La mujer sintió desconfianza y le pidió al pequeño el celular para revisarlo.

“Vi los mensajes que le había enviado el maestro y en uno decía ‘¿y si mis besos te empalagaran?’ y yo no entendía bien a qué se refería, no entendía, pero sabía que algo no estaba bien”, contó ante los jueces.

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La mamá habló con el niño y le preguntó qué querían decir esos mensajes y él contestó que no pasaba nada, que esa era la forma de vacilar del profesor.

Luego de insistir con el menor, él rompió en llanto y confesó que el educador le había dado besos en la boca.

Un día después de que se descubrió la situación la mamá y el padrastro del menor fueron a poner la denuncia.

“Una sicóloga habló con mi hijo y después ella me dijo que además de los mensajes que yo había visto, el maestro le había mandado fotos de sus genitales”, expresó la mamá de la víctima.

Ese mismo día tramitaron el traslado de escuela del chiquito para que él no tuviera que ver nunca más al presunto abusador.

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Este martes también declaró en el juicio una hermana del padrastro del menor afectado y la cocinera de la escuela, ellas llegaron a defender a Sequeira asegurando que lo conocen bien y no creen posible que los hechos que le acusan sean ciertos. Las mujeres dicen que mientras el maestro trabajó en el centro educativo siempre demostró ser un hombre respetuoso y honesto.

Cuando la fiscal a cargo del caso le preguntó a las testigos cómo se habían dado cuenta de la situación ambas dijeron que fue por comentarios de terceras personas, ya que nunca conversaron sobre el asunto ni con los papás del niño afectado ni tampoco con el educador.