Una vez más las piñas costarricenses vuelven a ser tema internacional, lamentablemente no fue por su dulzura, sino porque la Policía Nacional de España decomisó varias frutas que en su interior llevaban un paquete de aproximadamente un kilo de cocaína.

El insólito hallazgo fue dado a conocer este domingo por la Policía Nacional de España, la cual confirmó que el cargamento provenía de Costa Rica.

De acuerdo con el diario El País de España, las piñas primero llegaron al puerto de Setúbal, en Portugal, y de ahí fueron llevadas por carretera hasta MercaMadrid (plataformas de distribución, comercialización, transformación y logística de alimentos), donde ya eran esperadas por los polis.

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Según el medio español, la Policía empezó a sospechar de este envío luego de revisar la información que consiguieron en otras operaciones, en donde los narcos también usaban las piñas para mover droga entre ambos continentes.

“Las frutas habían sido expedidas por la Corporación Difari, una empresa de Costa Rica, que vende esta fruta a varios países de Europa. Los agentes dieron con los importadores y supieron del próximo envío de un cargamento de fruta a nombre de una de las empresas investigadas en España”, indica el diario.

Gatazos

Usar cargamentos de frutas o de otros alimentos para ocultar y mover droga no es nada nuevo en los narcos; sin embargo, esta ocasión los maleantazos hicieron gala de sus astucia, pues no escondieron los paquetes en contenedores ocultos o tarimas, los metieron dentro de la misma piña.

La Policía española confirmó que los bichos inviertieron mucho tiempo en este brete, ya que primero abrieron varias piñas a la mitad, luego les sacaron todo el relleno sin dañar la cáscara y posteriormente las rellenaron con un cilindro de cocaína de aproximadamente un kilo.

Pero la breteada no terminaba ahí, ya que antes de cerrar la piña agarraban el paquete de droga y lo envolvían con una capa de parafina (usada en candelas) amarilla que simulaba ser el relleno de la fruta. Esta sustancia también les ayudaba a aislar los olores químicos de la droga, bailándose así a los perros entrenados.

Piñazos

Los policías españoles también sudaron la gota gorda, pues tuvieron que abrir una a una todas las piñas, tirándolas contra el piso, para ver cuales llevaban los paquetes. Luego de varias horas de trabajo los uniformados lograron decomisar un total de 67 kilos de cocaína.

Además de decomisar la droga, la Policía Nacional de España también logró detener a siete personas vinculadas con el cargamento, tres de ellas en Madrid y cuatro en Barcelona, sin embargo, sus identidades no se dieron a conocer.

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De momento se desconoce si existe alguna cooperación entre las autoridades españolas con el OIJ y el Ministerio Público para realizar alguna detención en Costa Rica.

Caso fresquito

Esta semana también se dio a conocer el caso de un grupo narco que enviaba cargamento de cocaína a Europa en medio de tarimas cargadas de piñas.

Por este hecho fueron detenidas seis personas de apellidos Pino Cortés, Jara González, Valerio Hidalgo, Gamboa Cordero, Boza Abarca (mujer) y Huertas Cedeño.

Según la información dada por las autoridades ticas, este grupo almacenaba la droga en San Carlos, luego la metía en los cargamentos que salían desde el puerto de Moín, en Limón, hacia Europa.

El Ministerio de Seguridad Pública confirmó que todavía buscan al líder de la banda, un israelí de nombre Orgad Ttzhak, el problema es que esta desaparecido desde hace tres meses.