Lynda Díaz llora la muerte de su exesposo Gary Austin, quien falleció esta madrugada y con quien tuvo dos hijos.
Uno de los amigos más cercanos de Díaz, el periodista Rogelio Benavides le contó a La Teja cómo fue que inició esa relación, recordando que entre ellos “hubo una conexión inmediata” desde el primer encuentro.
“Él era un empresario que había llegado a Costa Rica y, aunque había tenido una relación antes, en ese momento estaba soltero. Un amigo mío, Marvín Córdoba, junto con Carlos Rodríguez, (esposo de Elena Correa) conocían a Lynda, quien en aquel entonces ya estaba divorciada de Carlos Solano, el padre de sus hijas mayores (Linda Liz y Nicole Roper).
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“Un día Rodríguez y Córdoba se toparon con Austin y le contaron que tenían una amiga a quien podían presentarle. Así fue como se conocieron, a pesar de la diferencia de edad que existía entre ambos”, recordó Benavides.
Rogelio comentó que iniciado la relación el empresario tenía unos boletos para ir a un concierto de Madonna en Miami, Estados Unidos, en primera fila.
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Cabe destacar que esta relación prácticamente le cambió la vida a Lynda y a su familia, pues para nadie es un secreto que económicamente a Gary le iba muy bien, por lo que compartió su fortuna con su nueva familia.
“Ellos se fueron al concierto y desde ese momento empezaron a salir. A mediados del 2002 se casaron. Gary había comprado una casa grande en Ciudad Cariari, donde Lynda se trasladó con sus dos hijas.
“Al tiempo surgió el tema de que podrían tener hijos, lo hablaron y se dio por fecundación in vitro, y como casi siempre, salen gemelos, así fue como nacieron Gary y Tiffany, hijos de ambos, con genes de Linda y Gary. Todos estuvieron en el país hasta que los niños se hicieron preadolescentes y después se fueron a vivir a Miami”, comentó.
Durante el tiempo que la familia vivió en Miami, para el 2010 la relación llegó a su fin y la pareja se separó.
“Después del divorcio y de los matrimonios de Lynda, siempre tuvieron una buena relación, especialmente porque estaban los hijos de por medio”, detalló Benavides.
Rogelio explicó que cuando Lynda se casó con su actual esposo, Anthony Alfonso, vivían muy cerca de Gary, por lo que mantenían una constante comunicación.
“Vivían casi en el mismo residencial y tenían una buena relación. Lynda tenía una buena comunicación con él, lo asistía y se encargaba de la administración de la casa. Por su parte, Anthony también tenía una buena relación; se veían, tomaban café.
El esposo de Lynda cuidaba mucho a Gary, porque con 84 años y con enfermedad ya le costaba bastante”, concluyó Benavides.
También detalló que Gary era muy querido por las hijas de la empresaria, pues siempre estuvo pendiente de ellas económicamente y lo veían como un papá.
Muy querido
El comunicador expresó que, hace unos siete años, se topó con Gary en Multiplaza y, aunque no se entendían del todo porque Austin solo hablaba inglés y Rogelio solo español, se comunicaban como podían, manteniendo una buena amistad.
“Me lo encontré en Multiplaza, yo andaba con mi nieta y nos tomamos una foto. Y ahora, buscando cosas, me apareció el recuerdo”, detalló.



