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Del caso Reiner a los Menéndez: hijos acusados de matar a figuras de Hollywood

La investigación contra Nick Reiner, tras la muerte del director Rob Reiner y su esposa, devolvió actualidad a una serie de crímenes familiares que marcaron para siempre a Hollywood

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El hallazgo sin vida del director y actor Rob Reiner y su esposa Michele Reiner dentro de su residencia en Los Ángeles volvió a estremecer a Hollywood y puso nuevamente bajo la lupa uno de los capítulos más oscuros de la industria del entretenimiento: los casos en los que hijos fueron acusados de asesinar a sus propios padres, tragedias que rompen con la imagen de éxito y estabilidad que suele rodear a las grandes figuras públicas.

Rob Reiner con su familia en la 41.ª Gala Anual de los Premios Chaplin en el Avery Fisher Hall del Lincoln Center for the Performing Arts el 28 de abril de 2014 en la ciudad de Nueva York. A la izquierda, su esposa Michele Singer, su hijo Jake, su hija Romy y su hijo Nick. Fotografía:
El caso de Rob Reiner devolvió actualidad a los crímenes familiares en Hollywood. (MICHAEL LOCCISANO/AFP)

El 14 de diciembre, medios estadounidenses informaron que Rob Reiner, reconocido por una extensa trayectoria como director, actor y productor, y su esposa Michele Reiner fueron encontrados muertos dentro de su vivienda en Los Ángeles.

Según los primeros reportes, ambos presentaban heridas de arma blanca, lo que llevó a las autoridades a abrir una investigación por homicidio.

La escena fue descubierta por una de las hijas del matrimonio, quien alertó de inmediato a los servicios de emergencia. Horas más tarde, la investigación dio un giro impactante cuando trascendió que Nick Reiner, uno de los hijos de la pareja, había sido detenido y quedó bajo investigación como posible responsable del crimen.

Aunque las autoridades no han revelado mayores detalles mientras el proceso avanza, el impacto fue inmediato.

El apellido Reiner, históricamente ligado al éxito creativo y a producciones emblemáticas del cine estadounidense, quedó asociado a una tragedia familiar que sacudió tanto a la industria como a la opinión pública.

Para Excelsior, el caso de Reiner trajo inevitablemente a la memoria uno de los episodios más recordados de la crónica criminal en Hollywood: el asesinato de José Menéndez y Kitty Menéndez, ocurrido en marzo de 1989 en su mansión de Beverly Hills.

Sus hijos, Lyle y Erik Menéndez, fueron quienes reportaron el crimen y aseguraron que habían salido al cine y, al regresar, encontraron a sus padres sin vida.

En un inicio, la policía investigó posibles vínculos con el crimen organizado, pero con el paso de los días comenzaron a surgir inconsistencias en su relato.

Las sospechas se intensificaron cuando ambos jóvenes adoptaron un lujoso estilo de vida, con gastos elevados y compras millonarias. El caso dio un vuelco definitivo cuando Erik confesó el crimen a su psicólogo, hecho que permitió el arresto de los hermanos en 1990.

El juicio, iniciado en 1993, se convirtió en uno de los primeros procesos judiciales transmitidos por televisión en Estados Unidos.

Los hermanos admitieron haber cometido los asesinatos, pero afirmaron que habían actuado en defensa propia, alegando años de abusos sexuales, físicos y psicológicos. La fiscalía sostuvo que el móvil fue económico, ya que la fortuna familiar rondaba los 14 millones de dólares.

En 1996, ambos fueron condenados a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional, sentencia que se mantiene vigente.

Autoridades revisarían nuevas pruebas en el caso de los hermanos Menéndez.
Los hermanos Menéndez protagonizaron uno de los juicios más mediáticos de Estados Unidos.

A esta lista se suma el caso del cantante de ópera Jubilant Sykes, nominado al Grammy, quien fue hallado muerto el 8 de diciembre en su residencia de Santa Mónica.

Las autoridades informaron que presentaba heridas de arma blanca y detuvieron a su hijo, Micah Sykes, de 31 años, como principal sospechoso.

De acuerdo con la policía, la esposa del artista presenció el ataque. Durante la audiencia inicial, la fiscalía solicitó que el acusado permaneciera detenido sin derecho a fianza, petición que fue aceptada.

También se reveló que Micah Sykes había sido diagnosticado con esquizofrenia y que no cumplía con su tratamiento médico. El proceso judicial continúa en curso.

Más allá del impacto mediático, estos hechos volvieron a encender el debate sobre la violencia intrafamiliar, la salud mental y las fallas en los entornos de contención, incluso dentro de familias con poder, fama y amplios recursos económicos.

Hillary Chinchilla Marín

Hillary Chinchilla Marín

Periodista de Teleguía con experiencia en diversas áreas de la comunicación. Cuenta con una Licenciatura en Periodismo deportivo y un bachillerato en Periodismo de la Universidad Federada San Judas Tadeo. Sumando experiencia profesional desde el 2016.

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