El presentador Édgar Silva sorprendió a muchos al aparecer este lunes como invitado en el programa La Revista, de Multimedios, lo que generó la duda de si en Teletica, canal donde trabaja, le pidieron cuentas por esta participación.
El Flaco, como le dicen de cariño, contó que cuando la gente se dio cuenta de que estaría en Multimedios se generó expectativa sobre lo que pasaría allí y lo que diría el canal del trencito.
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“Antes de entrar estaba comentando que se hizo un barullo (desorden) en medios digitales y entonces me hizo mucha gracia, porque solo un par de amigos me pidieron una aclaración, y la empresa (Teletica) no me pidió una aclaración y eso fue la expectativa del fin de semana”, comentó a los presentadores mientras se reían del momento.
Iniciando el programa, le consultaron sobre el valor de la amistad y qué significa para él un amigo de verdad. Silva recordó que el fin de semana estuvo en Liberia y aprovechó para llamar a sus amigos de toda la vida.
“Nos fuimos a un local en Liberia a vernos y, de pura casualidad, en estos días me hicieron una entrevista y a escondidas ellos enviaron sus testimonios junto al de mi mamá y mis hermanos.
“Ellos insisten en que sigo siendo el mismo que conocieron de niño y adolescente. Ahora que presentaban el tema, yo creo que la amistad tiene una variante y es el tiempo, ya que este determina la calidad de ese amigo, y segundo, la confianza. Todas las relaciones, incluso la que existe entre los presentadores y el televidente, necesitan confianza”, explicó.
El presentador agregó que también mantiene sus amistades de universidad y esas que fueron fugaces. Sin embargo, al ser consultado sobre si ha construido amistades en el trabajo, fue claro:
“Fíjese que en el trabajo tengo una teoría: yo en el trabajo no construí amigos y de corazón les digo que somos compañeros de trabajo. A veces la cosa se pone tensa y la gente no sabe diferenciar el asunto”, dijo.
Silva recordó que en su momento tuvo puestos de jefatura y, aunque siempre procuró ser respetuoso, empático y mantener una actitud amigable, al final del día era el jefe.
“La persona que está en esa relación tiene que saber que usted es jefe y le debe obediencia y respeto mutuo, pero a los jefes a veces nos toca ser jefes, y es complicado”, concluyó.