El técnico mexicano de Guadalupe FC, Antonio Abassolo, está esperando que a su equipo le salga el sol. Este domingo, en medio de un baldazo, otra vez se le fueron los puntos en el cierre de partido, tal como le pasó la semana pasada ante Cartaginés.
Para el azteca, el resbalón que sufrió Erick Marín terminó inclinando la balanza a favor del rival, Saprissa, porque sus dirigidos estaban muy bien colocados atrás, cumpliendo el esquema impuesto.
"No podría contestar qué está sucediendo, cuáles son los pecados o errores. Aquí fue un desafortunado resbalón y una expulsión que, desde donde yo estaba, no me pareció que fuera expulsión y no lo puedo catalogar como pecado ni como error. Son circunstancias que nos han venido trabajando en contra", dijo Abassolo.
Las derrotas duelen más porque, según su punto de vista, el equipo no juega mal y se nota, no salen a facilitarle las cosas al rival.
"Duele mucho, el resultado es muy doloroso, pero por otro lado estoy muy orgulloso de los muchachos. Creo que el equipo se comportó muy bien, pusieron lo que tenían que poner y estuvimos a pocos segundos de conseguir el empate. Veníamos por más, pero las circunstancias nos obligaron a replegar las líneas y a tener que conformarnos con un punto que teníamos casi en la bolsa", comentó el azteca.
Don Antonio dirigió su primer partido en la banca desde que llegó al equipo, el 5 de setiembre, luego de que fuera separado el técnico Luis Fernando Fallas. Ante Cartaginés el mexicano vio el partido desde el banquillo.
"Estoy convencido de que el equipo va a mejorar, el otro domingo con Cartago el resultado no se nos dio, hoy dimos otra muestra de mejoría y que las cosas irán por buen camino, todavía quedan 13 partidos para terminar este torneo y nos levantaremos", dijo Abassolo.