Chuzo de la semana: Carro en forma de bañera es único en el país

Juan Manuel Morales es el feliz propietario de un Chrysler Córdoba 1975, SS motor 360, con el que sacará caja en nuestra sección el Chuzo de la semana.

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Don Juan, quien es vecino de San Rafael Arriba de Desamparados, bretea como agente vendedor y hace cuatro años se dio el lujo de comprarse esta joya, la cual duró restaurando año y medio.

–¿Cómo lo consiguió?

–Mi hermano y yo somos fiebres de los carros antiguos, pero como yo tenía uno y lo vendí, me dediqué a buscar otro. Encontré este en Moravia y lo tenía un abogado que lo tuvo parado por mucho tiempo. Yo se lo compré en dos millones de colones.

–¿Cómo estaba el carro cuando lo compró?

–El color original era café, pero muy feo. Además estaba muy podrido, con mucho herrumbre. Básicamente solo tenía bueno el techo y los costados.

–¿Le tiene algún apodo?

–Mi esposa (Mirta Uberti) le dice la bañera por la forma que tiene.

–¿Qué modificaciones le ha hecho?

–Lo único que no es original es el color. Este fue el carro de lujo de 1975 en Estados Unidos.

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El promotor de la publicidad de este carro era Ricardo Montalbán, el actor de la serie “La isla de la Fantasía”.

–¿Cuántos de estos carros hay en Costa Rica?

–Solo había dos. Me dicen que el otro lo desarmaron, por lo que únicamente queda el mío.

–¿Cuántas personas caben en este chuzo?

–Es para cinco personas, pero es muy espacioso, atrás pueden ir cuatro personas bien cómodas.

–¿Qué uso le da?

–Básicamente es solo para los fines de semana. Tenemos un grupo de carros de antaño en Desamparados, así que nos reunimos todos lo meses, ya que en el club hay dueños de 40 o 50 carros.

Nos dedicamos mucho al bienestar social, si alguien necesita que llevemos los carros a turnos para recolectar dinero o para ayudar a gente enferma, entre otros eventos, nos reunimos y llevamos los carros. También lo he llevado al Carnaval de San José.

–¿Deja que otras personas lo manejen?

–Como es tan grande, mide 5,48 metros de largo, solo mi hermano se anima a manejarlo.

–¿Le costó aprender a manejarlo?

–Las primeras veces sí porque cuesta calcular las distancias.

–¿Qué dice la gente de su carro?

–Eso es lo bonito, que todo el mundo me para y me pide fotos, ya que es muy llamativo.

–¿De qué tamaño es el motor?

–Es de 6.600 cilindros, de gasolina y nunca le he llenado el tanque porque no lo usa tanto. Le echo 10 o 15 mil colones, ya que es un carro que pasa mucho parado.

Yo lo arranco los sábados, los domingos y el primer jueves de cada mes para ir a la exhibición. Le tengo un cobertor especial y sin humedad, es el chineado de la casa.

–¿Por qué quiso enseñarlo en La Teja?

–Es interesante para los fiebres de los carros y ,al ser casi exclusivo en el país, pensé que valía la pena que lo conocieran.

–¿Lo vendería?

–No, pero calculo que si fuera de hacerlo tendrían que darme ¢15 millones.

–¿Le faltan arreglos por hacerle?

–Sí, faltan algunos detalles por dentro. Él tiene, por ejemplo, asientos de cuero, pero es impensable restaurarlo en cuero.

–¿A qué lugares ha ido con el chuzo?

–Largo, largo a Alajuela, por La Garita. Casi siempre lo ando solo por el Valle Central porque gasta mucho combustible.

Por ejemplo, para ir a Guanacaste ida y vuelta y sin presas tendría que llenar el tanque con ¢150 mil o ¢200 mil.