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Conozca al joven técnico que descubrió al goleador del torneo y a algunas de las promesas de Carmelita

Luis Carlos Mejía lleva 11 años trabajando en la Academia Wílmer López y su trabajo ya está dando buenos frutos

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Luis Carlos Mejía tiene 11 años trabajando en la Academia Wílmer López, no solo como técnico, sino que es el encargado de buscar a los jugadores que pasarán de ese lugar a jugar con Carmelita.

El buen ojo de este vecino de Carrizal de Alajuela lo hizo descubrir, entre varios jugadores, al delantero Bryan Rojas, uno de los goleadores del torneo, junto con Álvaro Saborío.

“Yo hice liga menor con el Proyecto Alejandro Morera Soto, jugaba como contención en tercera división con Carrizaleña. Luego me dediqué a estudiar Educación Física en la Universidad Nacional”, comenta Mejía.

Actualmente, además de ser asistente técnico de Mario Víquez en la máxima categoría, Luis Carlos es el entrenador del Alto Rendimiento y la U-15 del club verdolaga.

La institución carmela da el ejemplo al usar en primera división a futbolistas que en su mayoría tienen 21 años, siendo uno de los que más piezas aporta a nuestras selecciones menores.

Por esa razón quisimos conversar con Luis Carlos e intentar saber qué tiene Carmelita para acertar en los procesos de ligas menores, algo de lo que no pueden presumir el resto de equipos costarricenses.

– ¿Cómo fue que descubrió a Bryan Rojas?

En el 2007 fuimos a jugar a Naranjo, donde vive Bryan. Yo tenía un equipo de niños de 10 años y a él lo vi jugando en contra mía. Me pareció que tenía cualidades para estar en la Academia Wílmer López. Al finalizar el partido hablé con el entrenador de ellos, le dije que me interesaba el número 10 y era Bryan.

Me dijo que hablara con los papás, entonces le pregunté a doña Yamileth, la mamá de Bryan, qué posibilidad había de que él formara parte de la Academia y me dijo que sí, que hablara con el esposo. Lo llamé y me dijo que estaba bien, Bryan vino a jugar con nosotros en un torneo de la Copa Brujas, quedó goleador.

Yo trabajé con él de los 10 a los 18 años.

– ¿Qué cualidades fueron las que le vio en Rojas?

Técnicamente sobresalía, era muy bueno, inteligente para jugar, se movía bien, la forma en que se desenvolvía.

Era muy bueno en el uno contra uno, tenía cambio de ritmo y, aparte de eso, el día que lo enfrentamos y lo conocí, nos anotó dos veces. Yo dije: “ese chico tiene calidad”.

– ¿Qué otros jugadores ha descubierto usted?

– Está Sergio Núñez, al que vi en la Escuela San Rafael de Alajuela, estuvo Kevin González, que debutó con Guilherme Farinha. Andrés Vargas, que está en primera y jugaba en el Marista.

También Suhander Zúñiga y John Jara.

–¿Cuál es la clave para ser un buen visor?

Yo siento que los jugadores sí están (por todo el país), el problema es el proceso que vayan a tener porque. Por ejemplo, sé que la Liga, Saprissa y todos los equipos grandes hacen visorías, pero se traen a los futbolistas y si no ganan el campeonato entonces vuelven a hacer otra visoría, traen a otros y a los que trajeron la primera vez, porque los consideraban buenos, los descartan.

En la Academia tenemos el proceso de jugadores nacidos en 1997 y hay más de 12 de ellos jugando ya en primera división.

Yo los tuve desde que tenían 11 años hasta los 18, ahora tienen 21 años y cumplimos el proceso de no dejarlos y por algo están ahí. Esa generación del 97 lo ganó todo en liga menor, incluso, Alajuela tenía más de 20 años de no ganar el oro en fútbol en Juegos Nacionales y con ellos lo hicieron.

– ¿Cuál es la forma correcta de trabajar un proceso?

Hay que respetarlo. Si se trae un jugador que tiene cualidades, que forme parte del equipo, lo mantengan y potencien. No todos llegan a ser superbuenos, pero hay que desarrollarlos.

Por ejemplo, nosotros sabemos que la generación que tenemos de futbolistas nacidos en el 2003 va a ser mucho mejor que la de 1997 porque mantenemos el proceso, algunos tienen más de tres años trabajando conmigo.

Hay que saber que el jugador tiene un año bueno, otro no tan bueno, pero por eso no hay que descartarlos.

– ¿El hecho de que Carmelita no tenga una exigencia de ser campeón hace más fácil que se respeten los procesos?

Siento que sí, pero tampoco es que no nos exijan, nos exigen formar buenos jugadores y mantener el proceso, vamos a estar entre los primeros cuatro equipos de liga menor en cada campeonato donde compitamos.

– ¿Cómo funcionan las visorías con ustedes?

Hacemos visorías todos los torneos, durante una semana en Alajuela. Hay jugadores de Alajuelense y Saprissa que ahora llegan y nos buscan porque saben la oportunidad que les damos a los jóvenes y lo ven como un plus.

Hay equipos en Puntarenas que no son parte de la Academia, pero ven un talento y nos llaman. Los traemos, los observamos, vemos si es mejor o no de lo que tenemos.

Lo mandamos a un proceso donde deben dar resultados, nunca botamos a ningún jugador, si por A o por B llegó otro futbolista mejor, pasamos al que llegó antes a otra categoría y así vamos, pero no los descartamos.

– ¿Cómo interpreta usted el hecho de que uno de los goleadores del torneo sea de Carmelita?

Como Academia nos sentimos orgullosos de tener al goleador ahí, sé que a como se está trabajando hace años, se están haciendo bien las cosas. En uno, dos o tres años, humildemente Carmelita va a ser uno de los mejores equipos del país.

En los procesos hay que tener un poco de tranquilidad, paciencia, saber que los ganes y el triunfo van a llegar paso a paso.

– ¿Qué mensaje mandan ustedes con todo esto?

En lo deportivo, el mensaje es que con jóvenes se puede trabajar bien y hacer las cosas. Bryan es el goleador y también hay nueve jugadores, menores de 22 años, jugando en primera, agarrando experiencia.

El mensaje es que la oportunidad se les puede dar a los jóvenes, yo les he dicho a los jugadores que el futuro de Costa Rica, no para el Mundial del 2022, sino el del 2026, son ellos y estoy seguro que para ese momento Carmelita aportará más de cinco jugadores a esa selección.

Karol Espinoza

Bachiller en periodismo y licenciada en Comunicación de Mercadeo. Periodista de Deportes con más de 14 años de experiencia. Integra La Teja desde setiembre del 2006.

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