“El hospital saprissista al acecho”

Me pregunto en qué momento volvimos a las épocas de Pier Luigi Morera, cuando acumulábamos una lesión por partido.

Solo en este torneo la lista de lesionados casi forman un equipo completo: Kendall Waston, Gerald Taylor, Pablo Arboine, Jeffry Valverde, Joseph Mora, Mariano Torres, David Guzmán, Warren Madrigal y ahora se le suma Jefferson Brenes.

Todos estos nombres son de suma importancia en el esquema de Vladimir, ¿por qué nos está sucediendo esto mientras que a los otros equipos no les pasa? ¿Sera coincidencia o falta de preparación en lo físico? ¿O ambas?

En fin, semana de doble partido en casa y de 6 puntos. El ambiente en la Cueva del miércoles pintaba para un encuentro fácil y hasta de trámite; sin embargo, el equipo del sur, comandado por el profe Luis Fallas, planteó un muy buen partido, lo que nos complicó bastante y, solamente, pudimos anotar un gol de la mano del que nunca falla: Javon East.

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Eso sí, a muy poca distancia de nuestro estadio, por el contrario, llovían los goles de Pachuca hermano, los llantos llegaron hasta San Juan de Tibás donde, según sus jugadores, el partido anterior en la Cueva había sido preparatorio para su encuentro internacional, ¿menos mal eh? Tres puntitos y a pensar en el Sporting del Pelícano.

En una tarde fría de domingo, recibimos y le ganamos al equipo comandado por la figura más polarizada en los últimos tiempos en nuestro cuadro morado: Hernán Medford. El Pelicano es toda una leyenda saprissista.

Gracias a él y a sus acciones nuestro equipo no desapareció y bajo su comando, logramos las glorias más grandes de nuestra institución. Sin embargo, desde el momento que pisó la institución herediana, por allá del 2016, todo cambió.

En aquella horrible final donde perdimos 0-5 en el global, Medford en el bus con el equipo rojiamarillo nos cantó “Saprissa huele a muerto”, e inició una campaña de lloriqueos monumental que le duró bastante tiempo, hasta que el mismo futbol lo devolvió a la tierra y desde ahí, no volvió a ganarnos una final.

Yo a él no lo mal quiero, nos dio mucho como ya previamente mencioné, pero hay códigos básicos. Bien por Horizonte Morado en plantarse en la decisión de no recibirlo más, podría hasta apostar que, en su momento, terminará en la Liga, como todo morado que se encuentre desempleado.