En la goleada 5-2 del Anderlecht al Oostende, por la segunda fecha de la Jupiler Pro League (primera división de Bélgica) tuvo lugar una jugada curiosa y poco vista en el fútbol ya que, por lo general, cada equipo tiene a sus tiradores de penales ya designados.
Cuando el equipo local ganaba 2-1 y el árbitro le pitó un penal a favor, Ivan Santini y Landry Dimata mostraron sus ganas de patearlo y fueron a agarrar la bola. Pero como no se ponían de acuerdo tuvieron una insólita reacción. No se pelearon en la cancha, ni mucho menos, lo que hicieron fue ponerse la mano derecha en la espalda y lo definieron con un ¡piedra, papel o tijera!
Bajo la atenta mirada del árbitro, que siguió de cerca las acciones y controló que ninguno hiciera trampa, Santini eligió piedra y le ganó a la tijera de su compañero.
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Y para completar esta llamativa jugada, Santini picó su penal con una calidad exquisita y marcó el tercer gol. Y lo primero que hizo después de ver que la pelota entró en el arco fue ir a abrazar y a darle un beso a Dimata.
“Tengo una buena relación con Nany (Dimata) y decidimos repartirnos quién tiraría los penaltis esta temporada. Como este fue el primero que nos han cobrado y tocaba comenzar la serie, jugamos a piedra, papel o tijera para decidir”, contó el gran ganador. ¡Unos genios!