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Impactante goleada de las Leonas a Palmares muestra que son equipos en mundos diferentes

Resultado deja muestra que existen más de diez goles de diferencia

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El partido de este sábado entre Alajuelense y Cofutpa Palmares fue uno de los que dio muestras de una pesada realidad en el fútbol femenino costarricense, en el que hay equipos en mundos diferentes.

Las Leonas masacraron a las palmareñas con un terrible 10-0, el partido no tuvo más que una cara, un rival que desde los cinco minutos se dedicó a recibir goles de principio a fin.

Las manudos hicieron los que les tocaba, jugar, buscar el marco y sacar todo lo que podían y el rival aguantar a lo que pudo con sus limitados recursos y tratar de no desanimarse con lo que sucedía.

Los goles de Kenia Rangel al 4′ y 43′, Paula Coto al 18′, la mexicana Carolina Miranda al 33′, Gabriela Guillén al 38′, la japonesa Kyoka Koshijima al 44′, de Shirley Cruz al 47′ y 89′, Mariela Campos al 78′ y el autogol de Viviana Bogantes al 87′ dieron las cifras.

Quedó muy claro que hay más de diez goles diferencia entre ambos, por un lado estaba el tetracampeón nacional, el equipo que sueña con el profesionalismo en el fútbol femenino y da pasos aunque no puedan ser muy grandes, para ir reduciendo esa brecha respecto al fútbol masculino.

Ese equipo que este sábado realizó un conversatorio a raíz del 8M, el Día Internacional de la Mujer soñando en este plan, en el que se vieron a varias de sus jugadoras.

A las chicas que entrenan en un Centro de Alto Rendimiento, que tienen canchas, gimnasio, fisioterapia, alimentación y algunas de ellas ya solo piensan en fútbol, jugar en el exterior y han firmado contratos con los que ganan un salario

Del otro están un grupo de muchachas poco conocidas, pulseadoras, que muchas por primera vez están en una primera división y aún no se adaptan a lo que puede ser un torneo federado.

Las que su técnico Rolando Araya, dice que generalmente no ve todos los días porque muchas por cumplir con sus trabajos pueden entrar a veces solo una o dos veces por semana, apenas para hacer un poco de conjunto y sacar las cosas a puro esfuerzo.

A las chicas que si acaso les pagarán viáticos, que tienen que hablarse entre ellas para ir a los entrenamientos o los partidos y viajar juntas, que en los juegos ponen la vida para correr, barrerse, marcar al rival, lanzarse por una bola, pero que en la competencia se revela la dura realidad.

Con todo lo expuesto acá se puede explicar porque un partido de estos termina 10-0. Ya la semana pasada Saprissa le había metido nueve.

Sergio Alvarado

Sergio Alvarado

Periodista de La Teja, especializado en deportes. Graduado de la Universidad Internacional de las Américas.

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