La lesión de Washington Ortega en el Morera Soto, en el duelo entre Alajuelense y Sporting, le abrió las puertas a la oportunidad que tanto ha esperado Byron Mora para mostrar sus condiciones.
Algo que llenó de emoción a su madre, Ambar Montenegro, quien nos relató los nervios que ha sentido de ver a su hijo en este momento tan crucial en el arco rojinegro.
Byron Mora ha tenido poca participación por la gran regularidad del uruguayo en el arco erizo. Antes de esta lesión, ya había tenido minutos ante Pérez Zeledón y previo a la semifinal con Olimpia, cuando el mismo Washington tuvo que salir de cambio por un golpe; sin embargo, no pasó a más y en esa tarde, cuando se lesionó el charrúa, solo vio algunos instantes de la etapa complementaria.
Al muchacho le tocó asumir el reto para el compromiso de ida de la final de la Copa Centroamericana en el Morera Soto ante Xelajú.
Mora recibió un gol de penal, pero se vio aplomado y seguro. Ante Cartaginés dejó su marco en cero y logró dejarse los tres puntos junto con Alajuelense.
La madre de Byron Mora cuenta el nerviosismo que vive con su hijo como estelar en el arco rojinegro
Montenegro le contó a La Teja cómo ha vivido este momento de su hijo en el arco liguista.
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“Son sorpresas que le dan a uno, Dios se las pone a uno en el camino. Hemos hablado con Byron, es la voluntad de Dios. Cuando yo me di cuenta de la lesión, yo estaba trabajando y entonces una se pone toda nerviosa, pero gracias a Dios él entrena bastante, la disciplina que le pone, pero igual una se pone toda nerviosa de que esté. Luego fue a hablar con él para decirle que todos los nervios me lo como yo, para que él esté tranquilo”.
La vecina de Moravia nos comentó, además, cómo fue vivir una final de Alajuelense con el estadio lleno y con su hijo defendiendo la portería eriza ante el Xelajú.
“Fui al estadio, no creía que iba a ir, yo soy enfermera, pero me tocó el mismo día libre, entonces a como pude, encontré unas entradas a lo último y fueron unos nervios, dolor de estómago, ganas de ir al baño, cosas feas que uno siente como mamá, pero me sentí contenta y pasé gritando todo el partido”, cuenta.
También reconoció lo que sintió en el penal que le marcaron a Byron en la final ante los guatemaltecos.
“No quería ni ver, me tapaba los ojos, me quitaba las manos, eran muchos los nervios, pero luego del gol solo esperaba que ya no llegaran más porque la cosa estaba cuesta arriba”.
Para el duelo en Cartago, la señora cuenta que también pudo ir al Fello Meza y la pasó muy feliz de ver a su hijo ganar y sin recibir anotaciones contra Cartaginés.
“Fui al estadio, me tocaba turno de 10 de la noche y, como el juego era en la mañana, calculé y pude ir, compré entradas, estuvimos allá y, claro, contentos. De hecho, me dijo que lo esperáramos para que nos fuéramos con él y lo esperamos y fuimos a almorzar a otro lado para que habláramos y la pasamos bien”, dijo.
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Para la final de vuelta en Guatemala, la mamá nos contó lo que tiene pensado hacer para poder ver el duelo definitivo por el cetro.
“Voy a estar en el turno de 10 de la noche a 6 de la mañana, así que intentaré verlo un rato, hasta donde pueda. Nos estamos preparando en la casa para verlo con la familia y verlo juntos para compartir en la casa, tal vez con una parrilladita o algo así”, aseguró la mamá de cara a este miércoles por la noche.
Doña Ambar se siente muy orgullosa de su hijo y de los diversos comentarios de apoyo que la han dado tras asumir esa responsabilidad.
“Me siento contenta, agradecida con Dios, tiene montones de ojos encima de él, pero nadie es perfecto, cualquiera puede fallar, pero muy contenta. Me mandan mensajes, me felicitan, a él también. Dicen que se dieron cuenta de que es buen portero, entonces yo le digo a él que hay que recordar de dónde venimos. A veces hasta videos me mandan de cosas que uno no ve, me hacen sentir muy feliz”, aseguró con una notoria alegría y orgullo por su hijo.


