El deseo de ser bicampeones se les resiste a los técnicos en el fútbol nacional desde el 2011.

Con el arranque de este campeonato, que abren este sábado Herediano y la Universidad de Costa Rica, se cumplen siete años desde que un entrenador logró alzar la copa dos veces seguidas.

Los últimos en conseguirlo fueron Óscar “Machillo” Ramírez, con la Liga, y Jeaustin Campos, con Saprissa.

El Machillo fue el último en lograrlo, alcanzó los títulos Invierno 2010 y Verano 2011 de manera consecutiva. El extécnico de la Sele fue incluso más allá y alcanzó el tricampeonato con los rojinegros en el Invierno 2011.

Jeaustin lo hizo antes que el Machillo, ganó la última temporada larga 2006-07 y el primer certamen corto en el Invierno 2007. Pero no satisfecho con esos dos cetros saboreó otro “bi” en los torneos Verano e Invierno 2008.

LEA MÁS: La Sele sub-21 perdonó y terminó perdiendo ante Colombia en los Centroamericanos y del Caribe

Luego de las hazañas de Campos y Ramírez nadie las ha repetido individualmente. En el caso colectivo, el Monstruo se proclamó bicampeón con Rónald González en el Verano 2014 y con Jeaustin en el Invierno de ese mismo año.

El exentrenador de Saprissa Rónald González tiene una opinión de por qué a los técnicos les cuesta tanto repetir un campeonato de forma seguida.

“Creo que el primer punto que se da es que la dirigencia del club campeón comienza a bajar presupuestos y, como es normal, se da la salida de jugadores que fueron importantes en la obtención del campeonato”.

González señala que un caso que puede ser usado como ejemplo es el del Saprissa, que dejó ir a cuatro delanteros y a un central, por lo que habrá que ver cómo marca eso el camino en el Apertura 2018.

“El otro aspecto es que los demás equipos se refuerzan y le apuntan a bajar al que salió campeón en el torneo anterior, como le sucedió hace poco a Pérez Zeledón. Muchas veces la presión de ese título también pesa a la hora de buscar otro”, dijo el exdefensor.

Según Rónald también hay que atacar la zona de confort en la que se acomodan a veces los futbolistas que campeonizan.

“Es una tarea directa del técnico revertir ese punto de manera inmediata. Cuando llegamos al treinta queríamos repetir y, sin embargo, las cosas comenzaron a no salir bien y al final nuestro grupo de trabajo no pudo, pero para bien del club vino otro técnico y se mantuvo el primer lugar”, manifestó el mundialista de Italia 90.

La mente es poderosa

Marvin Solano, técnico campeón con el Herediano en el Verano 2013 y que estuvo muy cerca de alcanzar un bicampeonato en diciembre de ese mismo año, cree que el tema mental le pasó factura al equipo.

“Tuvimos dos grandes equipos, con el primero logramos ganar la final contra Cartaginés en el Verano 2013 por penales, pero el grupo se mostró sólido todo el torneo en lo futbolístico y en lo mental. La prueba es que perdimos el primer juego tres a uno y logramos en el segundo igualar todo y sacamos la corona en los penales”, dijo.

LEA MÁS: Falleció Eduardo “el Flaco” Chavarría, el primer anotador tico en el estadio Ricardo Saprissa

Pero el extécnico del Team piensa que en el siguiente torneo el aspecto mental les jugó en contra en las finales contra Alajuelense y eso no les dejó repetir el cetro.

“Luego de ganar ante Cartaginés volvimos a jugar bien, llegamos a la final y tuvimos un gran primer juego contra Alajuelense, pero en el partido de cierre, al no poder ganar ese duelo, cuando terminaron los noventa minutos, sentí que los fantasmas de otras caídas en finales contra ellos afectó lo mental en los tiempos extra y los penales y, además, la afición estuvo silenciada en la recta final y ya no pudimos levantar a los muchachos”, contó Solano.