Un “Pollito” roba miradas todos los días en las calles de Cartago

“Pollito”, un hermoso Honda Civic de color amarillo intenso, del año 90, se pasea todos los días entre Caballo Blanco de Cartago y San Rafael de Oreamuno.

El bonito carro es propiedad de Cristian Maroto, de 19 años, quien lo encontró abandonadillo, pero ahora lo tiene tan chuzo que anda robando miradas.

El joven utiliza el carro prácticamente para todo y a diario hace ese recorrido para ir a trabajar, ya que vive en Caballo Blanco de Cartago y bretea en una panadería en San Rafael de Oreamuno.

El carro está en muy buenas condiciones y lo ha llevado a todo lado, incluso a la playa.

“Es un carro que uso para todo, para viajar, para ir al trabajo, pero lo que más me gusta es llevarlo a las ferias”, dijo.

Maroto tiene ocho meses de tener a “Pollito” y le ha invertido cerca de siete tejitas para ponerlo a tono y como a él le gusta.

“Le puse los aros, le cambié la caja, la pintura. Le puse la cola original, fui a Naranjo a traerla porque no se consiguen tan fácil. Muchos son detalles que nadie nota”, explicó el joven.

Su pasión por los motores la heredó de su hermano mayor y ya ha tenido cinco carros, pero este sí se lo quiere dejar. Su idea es andarlo bien chuzo para que la gente lo note.

“A mí me gustan los carros para hacerlos notar, para que llamen la atención, que la gente se les quede viendo, que los vean bonitos por el color y esas cosas”, expresó.

Eso sí, para dejar este a como quiere, le faltan algunas cositas. “Quiero ponerle asientos más bonitos, cambiar el bumper de adelante, ponerle aros más grandes”, detalló.

Le está quedando tan lindo que mucha gente se lo quiere comprar, hasta el mismo dueño al que se lo compró le ofreció una moto y un vuelto.

Algo que lo llena de mucho orgullo es que llama la atención de los niños.

“Hay chiquitos que me dicen que si lo puedo arrancar, que si les puedo tomar una foto dentro del carro, más de un niño me dice que es ese carro es su sueño. Son motivaciones que le dan a uno”, manifestó.

Pero también llama la atención en eventos y exposiciones, donde fotógrafos profesionales le sacan fotos y se las regalan.