El legado de Fernando Coto, conocido como Cotico, inició en los años setenta en el campus de la UCR, donde se le veía con frecuencia en el pretil, a veces bailando y tocando un caracol, al que él llamaba “Carapacho”.
El legado de Fernando Coto, conocido como Cotico, inició en los años setenta en el campus de la UCR, donde se le veía con frecuencia en el pretil, a veces bailando y tocando un caracol, al que él llamaba “Carapacho”.