Mauricio “Chunche” Montero volvió a hacer de las suyas en la pista de baile, esta vez en la de Mira quién baila (MQB), pero a diferencia de hace 10 años, cuando estuvo en Dancing with the Stars (DWTS), se le notó más tieso.
El exfutbolista confesó que fue por la insistencia de su gran amigo Ítalo Marenco y de la bailarina Lucía Jiménez, que decidió aceptar a pesar de que sabía que sus rodillas no pasan por su mejor momento.
“Al principio no quería, por el problema que tengo en las rodillas. Uno ya a cierta edad tiene que cuidarse, tiene que hacer caso, no es un chiquillo de 20 años que pueda hacer un montón de cosas”, confesó.
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Para volver a la pista el exdefensor de Liga Deportiva Alajuelense tuvo que pedir permiso no a su esposa sino a su médico, pues ya sabía a lo que iba y que los ensayos no serían jugando.
“Me trajeron, me comprometí y tuve que pedirle permiso al doctor que me está haciendo un tratamiento para que me dejara. Ayer (sábado) me inyecté para bailar hoy y se me quitaran el dolor, porque tengo un desgaste grande, pero muy bien”, dijo.
El exfutbolista del Mundial de Italia 90 también compartió la pista junto a sus excompañeros Roger Flores y Claudio Jara, aunque estos últimos casi ni bailaron.
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Bailó con dolor
El popular Chunche confesó que sufre un desgaste serio en sus rodillas y que desde hace unos meses se está haciendo un tratamiento para evitar pasar por el quirófano.
“Se me pega hueso con hueso, entonces se me inflaman los ligamentos y las articulaciones. Me estoy haciendo un tratamiento de células madre que le inyecta en uno y tengo que durar tres días sin hacer nada, nada, y ya después empiezo suave a caminar”, detalló.
Pero por la amistad con Luchi e Ítalo, se preparó con tiempo para poder cumplirles y su última sesión del tratamiento se la hizo mucho antes.
“A Lucía y a Ítalo no se les puede decir que no, porque era una necedad, llame y llame… pero luego que llegué ya uno le agarra la fiebre", mencionó entre risas.
Y sí, aunque no bailó como cuando fue finalista en la cuarta temporada de DWTS hace más de una década, la emoción de volver lo llenó de recuerdos.
“Cuando empecé a ver a las demás bailarinas que había conocido hace diez años, saludarlas, abrazarlas y comunicarme con ellas, fue muy bonito. Es como una familia, uno revive todo lo que se vivió esos tres o cuatro meses”, aseguró nostálgico.
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No pudo salvarlo
A pesar del esfuerzo y del cariño con el que se prepararon, la pareja de Ítalo y Lucía quedó nominada al final de la gala.
“Sí, no le pudimos ayudar”, lamentó entre risas el Chuche. “Pero va a salir adelante, porque primero Lucía lo va a obligar mucho esta semana a mejorar las cosas que tiene que mejorar. Para mí son de las parejas que bailan mejor”, dijo con confianza.
Eso sí, desde ya le advirtió a Ítalo que tiene que hacerle caso a Lucía si quiere llegar al final, porque aseguró que fue gracias a ella que él lo logró cuando estuvo en competencia.
“Esto es de sacrificio, de querer, de hacer caso. Ítalo quiere hacer tanto que se acelera, entonces Lucía le dice: ‘Tranquilo, ve a esto, ve a lo otro’. Yo pensaba que ella solo conmigo se enojaba, pero no”, bromeó entre carcajadas.




