El cierre del 2025 deja un balance agridulce en el mundo tecnológico, específicamente con el uso de la Inteligencia Artificial (IA).
Por un lado, la IA alcanzó hitos que antes parecían de ciencia ficción, pero por otro, la falta de regulación y ética profesional amenaza con pasar una factura alta en el 2026.
Desde la perspectiva de Adalid Medrano, especialista en Derecho Informático y Ciberseguridad, el mundo se encuentra en una encrucijada donde la innovación impacta directamente áreas sensibles como la salud y la productividad, pero sin una red de seguridad legal sólida en muchas naciones.
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Lo bueno del 2025: La era de los agentes autónomos
El experto señala que el año que termina consolidó avances que han transformado la industria global y local. Medrano destaca la madurez de modelos multimodales como GPT-5.2, Claude 3.5 y Gemini 3.
Entre los avances importantes mencionó:
- Avances en modelos generativos y de razonamiento: Los modelos de IA generativa han mejorado significativamente sus capacidades multimodales (texto, imagen, audio y video), potenciando su aplicación en diversos campos como la educación, la medicina, el entretenimiento y la productividad empresarial.
- Iniciativas regulatorias sobre IA en el mundo: Entre ellas destaca el Reglamento de IA de la Unión Europea (AI Act), que ha recibido críticas por su posible impacto económico negativo en la competitividad europea, mientras otros países como Estados Unidos adoptan enfoques más permisivos para favorecer el desarrollo de la industria.
En Costa Rica han surgido varios proyectos de ley sobre IA que, lamentablemente, replican legislación extranjera sin considerar las necesidades y realidades específicas de nuestro país.
- IA autónoma y agentes inteligentes: El surgimiento de sistemas capaces de ejecutar tareas complejas y tomar decisiones autónomas representa un desafío significativo en los procesos de transformación digital de las organizaciones, planteando nuevas preguntas sobre supervisión, responsabilidad y confianza.
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Lo malo que dejó la IA en el 2025
A pesar del brillo de la innovación, persisten riesgos estructurales que no se pueden ignorar. Medrano señaló los siguientes:
- Deepfakes más creíbles: Nos encontramos en un momento donde la IA puede crear deepfakes cada vez más difíciles de detectar, incluso para expertos. Lamentablemente, se hace poco para educar a las personas sobre la importancia de verificar la autenticidad del contenido en medios digitales antes de compartirlo.
- Ciberataques potenciados con IA: Los ataques son más sofisticados, rápidos y difíciles de detectar, ya que los ciberdelincuentes están utilizando tanto herramientas maliciosas especializadas como aplicaciones de IA de uso público para potenciar sus ataques.
- Uso de IA como ataque a la niñez: Los delincuentes están aprovechando las capacidades de la IA para crear material de abuso sexual infantil y desarrollar esquemas de engaño dirigidos a menores. Es esencial que los padres protejan cada vez más la privacidad digital de sus hijos y eduquen sobre los riesgos en línea.
Predicciones 2026: ¿Qué nos espera?
De cara al próximo año, el llamado es a la “responsabilidad profesional”.
El experto señala que el próximo año es muy probable que se dé el fortalecimiento de la ciberseguridad con IA y que sea más fácil la detección de amenazas en tiempo real, así como respuestas automatizadas.
Algo que preocupa es que piensa que la IA se meterá en conflictos armados, más allá de la ciberguerra, lo que generará crecientes preocupaciones éticas y estratégicas a nivel global.
Además, pronostica que las instituciones públicas de todo el mundo serán objetivos cada vez más frecuentes de ciberataques potenciados con IA, con fines de espionaje, ciberguerra y obtención de información personal de los ciudadanos y secretos de Estado.
Pero no todo es malo; también ve muy probable que surjan nuevas oportunidades laborales para las personas que dominen el uso de IA en distintos campos.


