El magnate tecnológico Elon Musk recibió un duro golpe financiero y regulatorio este viernes, luego de que las autoridades del viejo continente decidieran imponer una sanción económica de gran magnitud a su plataforma digital.
La Unión Europea dictaminó una penalización de 120 millones de euros (aproximadamente 140 millones de dólares) contra la red social X, marcando un precedente en la aplicación de las leyes digitales en la región.
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Esta multa millonaria responde a una serie de infracciones detectadas y notificadas desde mediados de 2024. El bloque europeo determinó que la plataforma incurrió en prácticas engañosas, específicamente relacionadas con el sistema de las marcas de verificación azules. Según el organismo regulador, este distintivo, que debería certificar la fiabilidad de las fuentes de información, confunde a los usuarios al funcionar bajo un modelo de pago y no de autenticidad real.
El fin de la verificación confiable
Antes de la adquisición de la empresa por parte de Elon Musk en 2022, el famoso “tick azul” de la entonces llamada Twitter se otorgaba tras un riguroso proceso de confirmación de identidad, diseñado para prevenir fraudes y suplantaciones. Sin embargo, tras la compra por 44.000 millones de dólares, el empresario modificó el sistema, reservando estas etiquetas para los suscriptores de pago, lo que, a juicio de Bruselas, induce al error.
Además del problema con las verificaciones, la sanción abarca la falta de transparencia en la publicidad digital y el incumplimiento de la obligación de permitir el acceso a datos internos a investigadores acreditados. Esta es la primera vez que la Comisión Europea emite una sanción bajo el Reglamento de Servicios Digitales (DSA), una normativa vigente desde hace dos años para combatir contenidos peligrosos.
Tensión política y reacciones
El conflicto ha escalado rápidamente al terreno político, involucrando a figuras clave del gobierno estadounidense entrante. Incluso antes de oficializarse la medida, JD Vance, vicepresidente de Estados Unidos, criticó duramente las acciones de la Unión Europea, argumentando que el bloque debería defender la libertad de expresión en lugar de atacar a corporaciones norteamericanas por lo que calificó como “tonterías”. Musk agradeció públicamente este respaldo.
Por su parte, Henna Virkkunen, vicepresidenta de la Comisión Europea encargada de temas digitales, desestimó las acusaciones de censura. Al ser consultada por la prensa, aclaró que el objetivo no es imponer las multas más altas, sino garantizar el cumplimiento de la legislación digital. “Si acatas nuestras reglas, no te multamos: es tan simple como eso”, sentenció la funcionaria.
El caso mantiene abiertas otras aristas, ya que la UE continúa investigando si la red social X cumple con sus obligaciones frente a la desinformación y los contenidos ilegales. Mientras tanto, intentos diplomáticos recientes por parte de funcionarios estadounidenses para suavizar estas leyes a cambio de beneficios arancelarios fueron rechazados categóricamente por los europeos, quienes defienden su soberanía legislativa.


