Las muestras que la misión de la NASA trajo a la Tierra desde el asteroide Bennu tienen a los científicos maravillados. Resulta que esta roca espacial no es solo un pedazo de piedra inerte; está llena de sorpresas que podrían explicar cómo empezó todo aquí en la Tierra.
Tres nuevos estudios confirman que el asteroide carga con “ingredientes” básicos para la vida, como azúcares, y cosas muy raras, como una especie de “chicle” o “goma espacial”.
Azúcar en el espacio
Un equipo de expertos en Japón encontró algo que nadie esperaba: azúcares vitales. Hallaron ribosa y, por primera vez en una roca que viene de fuera de este mundo, glucosa.
Para ponerlo sencillo: la glucosa es energía, similar a la que usa nuestro cuerpo. La ribosa es parte fundamental del ARN, que funciona como el “manual de instrucciones” de los seres vivos. Según los expertos, esto refuerza la idea de que los ingredientes para el origen de la vida ya andaban flotando en el espacio mucho antes de que existiéramos nosotros.
Un misterioso “chicle” espacial
Quizás lo más curioso es una sustancia que encontraron los científicos de la NASA. Es un material que parece una goma espacial o un plástico suave.
Lo extraño es que este material era flexible al principio y luego se endureció. Los investigadores creen que se formó cuando el sistema solar apenas estaba naciendo. Es algo nunca antes visto en meteoritos y demuestra que el asteroide Bennu es como una cápsula del tiempo que guardó cosas muy antiguas.
Polvo de estrellas muertas
Por si fuera poco, el asteroide está cargado de polvo de estrellas que explotaron hace muchísimo tiempo (supernovas). Tiene seis veces más de este polvo que cualquier otra roca estudiada.
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Esto significa que Bennu se formó en una zona del espacio llena de restos de estrellas viejas, como reconoce Scott Sandford, astrofísico de la NASA en una publicación de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, por sus siglas en inglés.
“En este asteroide primitivo que se formó en los primeros días del sistema solar, estamos observando eventos cercanos al comienzo del principio”, dice Sandford en la publicación.
Mientras que el científico Yoshihiro Furukawa, de la Universidad de Tohoku, en Japan, dio una breve explicación de cómo él cree que pudo ser la vida primitiva.
“La vida actual se basa en un sistema complejo organizado principalmente por tres tipos de biopolímeros funcionales: ADN, ARN y proteínas”, explica Furukawa. “Sin embargo, la vida primitiva podría haber sido más simple. El ARN es el principal candidato para el primer biopolímero funcional, ya que puede almacenar información genética y catalizar numerosas reacciones biológicas”.
*Esta nota fue hecha con ayuda de Inteligencia Artificial, con información pública tomada de la página de la NASA.

