Si este miércoles entró en pánico por la historia del biólogo contagiado con el virus de la rabia y salió a buscar vacunas, respire tranquilo y no gaste esa platica en vano.

Este peligroso virus no ha desaparecido, pero está controlado en el país desde hace 48 años y no hay suficientes casos para considerarlo una epidemia que vaya a poner en riesgo a la población.

El doctor Daniel Salas, director de Vigilancia de la Salud, explicó que los pocos casos que se han registrado se dieron con diferencias de 6 y 10 años y que, eso hace innecesario que esta vacuna esté presente en el esquema de vacunación regular o que pague en una clínica privada para tenerla.

“Si la persona no la ha mordido o rasguñado un animal salvaje no tiene sentido que se vaya a vacunar, las únicas personas que deberían hacerlo son los que trabajan con animales y que, por sus labores podrían estar expuestos a animales silvestres infectados”, aseguró Salas.

Mascotas sanas

Desde 1970, el país logró poner a raya la rabia en perros y gatos y, solo en 1987 se registró un perro infectado, se trató de un peludito que llegó de Nicaragua con el virus.

Salas asegura que la obligación de vacunar a las mascotas permitió que la enfermedad no sé de en los hogares ticos y los esfuerzos en la región mantienen al país bajo control.

Los únicos brotes que se han registrado es en vacas que fueron mordidas por un murciélago portador del virus, pero debido al estricto control que se lleva en las fincas, la enfermedad no avanza más allá de la cerca del potrero.

LEA MÁS: (Video) Hombre de 43 años se contagió de rabia por la mordedura de un murciélago

La regla de oro para evitar el contagio es no tocar a los animales silvestres y si por alguna razón estos muerden correr al ebáis más cercano para que el personal médico haga las pruebas necesarias para determinar si hay presencia de rabia.

La enfermedad se transmite solo porque hubo contacto con la saliva del animal, no hay un estudio científico que demuestre que se transmita entre humanos por dar un beso.

“Cuando alguien reporta que fue mordido se le hace una serie de preguntas y se evalúa la herida, si esta persona tuvo contacto con otras personas, dependiendo el cuadro, también se les revisará, pero no significa que todos estén contagiados”, explicó Salas.