Sheridan Larkman, una joven de 23 años, está viviendo un calvario porque sus senos no paren de crecer.
La australiana, contó al Daily Mail, que vive este drama desde que tiene 8 años, cuando era talla de brasier DD y ahora es K.
Entre los problemas, según detalló la mujer, está no poder correr con sus dos hijas pequeñas, acto que la pone muy triste.
"La gente a menudo me miraba boquiabierta en la calle y los hombres gritaban comentarios groseros. Comprar ropa fue una pesadilla. Si comprara una talla 10 para que se ajuste a mi cintura, mis senos se derramarían sobre la parte superior", contó.
Larkman está buscando ayuda, ya que la cirugía para el raro padecimiento cuesta unos ¢10 millones.
La mujer relató que aparte del dolor de espalda, los peores momentos los vivió durante su embarazo, pues sus senos crecieron aún más.
Según expertos, lo único que puede hacer la mujer es someterse a una reducción de senos.