Un padre no es solo el que engendra, sino el que cría, el que aconseja, protege y ama. Es por eso que podemos decir con toda certeza que este Día del Padre, Daniel Salas es el papá de Costa Rica.
El ministro de Salud, papá de una hermosa niña de cuatro añitos, adoptó a cinco millones de pollitos más para cuidarlos con todas sus fuerzas.
El doctor se transformó, desde hace tres meses y medio, en una especie de figura paterna muy admirada, querida, entendida y sobre todo valorada.
“Él tiene una niñita, él es un papá muy dulce, muy preocupado por su hija, está superenamorado de ella, uno le pregunta por ella y hasta que se le nota el amor en los ojos. Es un buen papá”, asegura la exministra de Salud, María Luis Ávila, quien conoce muy bien al doctor, porque trabajó con él.
Salas, por ejemplo, lleva de la manita a todos sus hijos sobre un camino seguro frente al mal (COVID-19).
Además, los aconseja todos los días para que, en su libre albedrío, tomen las mejores decisiones, siempre pensando en su bien.
Por supuesto que también se enoja, corrige y hasta pone límites, como lo haría cualquier papá responsable.
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“¡Por favor reaccionen!, si tienen personas con factores de riesgo, no salgan. ¡Ocupo que reaccionen!”, dijo papá Salas el 18 de marzo.
También ha sabido castigar cuando sus hijos no le han hecho caso, como por ejemplo este viernes 19 de junio, cuando frenó la tercera fase de apertura porque los casos se dispararon.
Figura paterna
Pese a que a nadie le gusta que su papá lo pase regañando y castigando, solo con el paso del tiempo los hijos se dan cuenta que todas esas correcciones eran para su bien.
Según la sicóloga María Ester Flores, no sería nada raro que muchas personas vean la investidura del ministro y la comparen con la autoridad de un papá.
“Se relaciona perfectamente. Él no duda de sus decisiones porque son para salvar vidas, nosotros como sociedad, en la dinámica social, venimos a representar a los hijos y él la jerarquía de un papá en un hogar”, explicó Flores.
Para María Ester, don Daniel muestra el equilibrio perfecto que debe tener el padre de familia.
“Aparte de que tiene una actitud regañona, también muestra un matiz de ternura, por ejemplo cuando se refiere a un bebé, dice bebecito, de una manera tan tierna. Si tiene que regañar, lo hace, pero si tiene que felicitar, felicita; se conmueve, en él concluyen todas las emociones de un papá por sus hijos”, agregó la experta.
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Queridísimo
Otro aspecto que hace que don Daniel sea como el papá de Tiquicia es la forma en la que lo ven sus hijos e hijas adoptivos.
Por ejemplo, como cuando un niño llamado Gabriel Zúñiga lo dibujó en la escuela como su superhéroe.
O cuando un grupo de niños de Cuidados Paliativos le envió un video como regalo para agradecerle que los cuidara tanto.
En ambas ocasiones el ministro le contestó a sus pollitos con mucha ternura, tanta que hasta aceptó que le sacaron las lágrimas.
“Cuando vi el video y escuché las vocesitas de todos ustedes diciéndome las palabras de ánimo, de verdad que me sacaron lágrimas. Todos ustedes son muy especiales y esos mensajes me llegaron directamente”, respondió Salas mediante un audio el 4 de junio.
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Además, el día que todo el mundo vio al ministro medio agüevado en una conferencia de prensa, no hubo un solo de sus hijos que no se preocupara por él, por lo que Salas, para no preocupar más de la cuenta a su familia, envió un video diciendo que simplemente estaba cansadillo, pero que seguiría dándolo todo por todos.
“Lo que ellos están viendo es que él es tan bueno como el papá, ellos lo ven como un superhéroe social, ellos ven que el doctor salas es carguísima y se identifican con él y cuando sean grandes probablemente hasta van a querer estudiar medicina. Puede ser una inspiración maravillosa”, concluye Flores.
Ejemplo de ello es el caso de Carlos Ramírez, el “gemelo” del ministro, quien admira a Salas no solo por el parecido físico, sino por lo que ha demostrado durante la pandemia.
“Si lo tuviera al frente le diría que lo admiro, que ha sido un hombre que ha sabido amarrarse los pantalones”, le dijo Ramírez a La Teja el 1 de mayo.
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