La temporada de huracanes para la zona del planeta donde se encuentra Costa Rica empezó este miércoles 1 de junio y finaliza el 30 de noviembre, aunque perfectamente podría haberlos más allá de la fecha final.

El pronóstico para este 2022 es que habrá unos 19 ciclones tropicales (que se podrían convertir en huracanes), lo cual hace de este año uno de los más movidos.

Para miles de costarricenses se trata de una época de mucha precaución. Nadie olvida el golpe tremendo que le dio al país el huracán Otto entre el 21 y el 26 de noviembre del 2016.

Fue el primero en la historia documentada (desde al menos 1851) que impactó al país de forma directa y mató a diez personas.

Juan Diego Naranjo, meteorólogo del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), conversó con nosotros sobre la particular temporada de estos fenómenos que tanta destrucción ocasionan a veces.

¿Entre el 1 de junio y el 30 de noviembre es la época más movida del año para ustedes en el IMN?

Es una época que genera estrés, aunque no solamente los huracanes, estamos en una época del año en la cual se aumenta el estrés por el exceso de lluvia, inundaciones, deslizamientos, cierre de caminos.

¿Son días en que los meteorólogos trabajan 24 horas?

En la temporada de huracanes dormimos con un ojo cerrado y otro abierto. La época seca es más tranquila. La época lluviosa es de una vigilancia durante las veinticuatro horas.

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Por estos tiempos del 2022, ¿un huracán podría formarse tan rápido que nos sorprenda a todos?

Se tiene demasiada vigilancia nacional e internacional. Es casi imposible que yo le diga que puede pasar que se formó un huracán tan rápido que no nos dimos cuenta porque lo tenemos bien vigilado desde que es onda tropical y para convertirse en huracán pasan al menos un par de días. Hay mucha y muy buena tecnología.

¿Sufren los meteorólogos cuando lo que ven en los aparatos golpea a familias?

Claro y mucho. Es por eso que nos esforzamos en lograr una muy buena vigilancia para alcanzar el mejor pronóstico posible y que así la información del IMN sea de valor para que la Comisión Nacional de Emergencias y el Gobierno en general tomen las mejores decisiones. Uno como meteorólogo siempre espera que la información le llegue a quien tiene que llegarle para la mejor estrategia de prevención.

¿Es La Negrita la que históricamente nos desvía los huracanes que vienen directo para el país?

A Costa Rica, por así decirlo, solo las colitas de los huracanes la afectan por su ubicación geográfica. Estamos muy cerca del Ecuador (centro del planeta Tierra) y por la rotación del planeta los huracanes, generalmente, agarran para el norte y por eso como agarran esa ruta hacia el norte, se alejan de Costa Rica; bueno, también La Negrita ayuda desviándolos.

¿Cuál zona del país será la más golpeada este 2022 por los efectos directos o indirectos de un huracán?

La atlántica, es algo histórico. Es una zona en donde se dan más las condiciones ideales para que una onda tropical vaya agarrando fuerza hasta convertirse en huracán. Claro, el Pacífico también debe estar bien vigilado y no confiarse porque también podría ser muy afectado.

¿Hay una época pico del año, así como una temporada en que los huracanes hasta hacen fila?

Entre setiembre y octubre. Son esas ocho semanas las más fuertes del año y es cuando debemos mantener vigilancia segundo a segundo porque no solo es la época en que con mayor facilidad se forman huracanes sino que son los más fuertes. Repito, sin descuidarnos, en otros momentos también hay que mantener vigilancia.

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¿La tecnología mundial ya permite pronosticar la formación de un huracán?

Se logra identificar que el fenómeno de La Niña provoca condiciones atmosféricas ideales para una mayor intensidad en la temporada de huracanes ya que se debilita la intensidad de los vientos alisios en el Caribe y el Atlántico y eso facilita la formación de huracanes. Pero no hay tecnología todavía que adelante cuándo, cómo y con qué intensidad se formará un huracán. Eso no se sabe por adelantado, por eso es que vigilamos fuertemente.

¿Cuáles zonas del país merecen mayor atención en esta temporada de huracanes?

Ya sabemos que hay zonas del país en las cuales las inundaciones se dan todos los años, por ejemplo, las cercanas a ríos como el Parrita, Tempisque, Sixaola, Bananito y el Sarapiquí. En los últimos tiempos, el río Turrialba. También se debe tener atención en Pico Blanco, Orosi, la ruta 32, algunas zonas de Desamparados ya que por las condiciones del suelo se vuelven vulnerables a deslizamientos.

¿Cómo se van a llamar los huracanes 2022?

Los nombres van dándose según se forma el huracán, entre los que hay para elegir, que se ponen en orden alfabético, están: Alex, Bonnie, Colin, Danielle, Earl, Fiona, Gaston, Hermine, Ian, Julia, Karl, Lisa, Martin, 0Nicole, Owen, Paula, Richard, Shary, Tobias, Virginie y Walter.

Nombres de huracán

Los profesionales en meteorología comenzaron a ponerles nombre a los huracanes y tormentas tropicales para poderse comunicar mejor entre ellos y con la gente en temas como prevención y alertas de peligro.

Durante varios siglos a muchos huracanes de las Antillas se les ponía el nombre del santo del día en que golpeaban la zona.

Por ejemplo, el “huracán de santa Ana” azotó Puerto Rico el 26 de julio de 1825, y “san Felipe” (el primero) y “san Felipe” (el segundo) que afectaron Puerto Rico, ambos en setiembre 13, el primero en 1928 y el segundo en 1976.

De la misma forma, el “huracán de san Zenón”, que destruyó la ciudad de Santo Domingo (República Dominicana) el 3 de setiembre de 1930.

En 1979 la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Servicio Meteorológico de Estados Unidos (National Weather Service) agregaron nombres de hombres y mujeres.

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Cada año se prepara una lista de posibles nombres para la temporada de huracanes. La lista tiene un nombre por cada letra del abecedario (las Q, U, X, Y, Z no están porque pocos nombres empiezan con esas letras).

Estas listas son recicladas cada seis años y se cambian los nombres cuando el nombre de un huracán ha sido retirado. Los nombres de huracanes muy destructivos se sacan de la lista, quedan en los registros históricos y son cambiados por otros que inician con la misma letra.