Cristian Varela atraviesa una difícil situación con su papá, Guillermo Varela Sancho, pues, según el joven de 33 años, lo ve morir cada día.
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Resulta que don Guillermo fue diagnosticado con cáncer de próstata hace varios años y además, tiene esquizofrenia. Sin embargo, su condición de salud ha empeorado durante este año.
El hijo del adulto mayor comentó que ha estado sufriendo de infecciones urinarias, por lo que lo han llevado al hospital para que lo atendieran y obtener respuestas de lo que le ocurre, pero, al parecer, el señor no ha tenido una buena atención médica.
“Alrededor de mayo empezó a decaer en la salud. Tiene un cáncer de próstata que en la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) no se lo han tratado porque dicen que, como el cáncer no se ha expandido y no ha avanzado ningún lado, entonces no lo van a operar, ni lo van a tratar con ningún medicamento. Entonces, lo tienen bajo vigilancia, según ellos”, contó Cristian a La Teja.
El joven, quien es vecino de Desamparados, dijo que al principio, lo llevaba a la clínica Marcial Fallas, donde trataban las infecciones, no obstante, su condición ha ido empeorando al punto de que le han afectado los riñones y el hígado.
“En una de las ocasiones que lo trajimos a la Marcial Fallas, los doctores dijeron: ‘Lo vamos a remitir al San Juan de Dios porque él necesita un ultrasonido para ver qué le ha afectado el hígado’. Cuando lo llevé esa ocasión, él no estuvo ni tan siquiera dos días”, comentó.
Según Cristian, la semana pasada que don Guillermo estuvo en el hospital, permaneció en emergencias durante una semana. La familia está indignada con la situación porque, supuestamente, al señor le dieron la salida con llagas en sus partes íntimas.
El hijo cree que su papá estuvo horas sin que le cambiaran el pañal, por lo que le causó quemaduras.
“Una de las llagas se le está queriendo infectar porque las otras yo se las pude tratar. No sé qué hacer. Sigo los protocolos; lo traigo a emergencias, le hacen exámenes de orina y de sangre, salen las infecciones, lo mandan al San Juan de Dios y ahí no hacen nada. Ellos alegan que están saturados. Mi papá se está muriendo”, dijo.
Cristian expresó que él y su familia siente frustración e impotencia al verlo deteriorarse cada vez más.
“Tengo impotencia de ver a mi papá muriendo. (...) Estoy deprimido, frustrado, enojado de ver hasta dónde llegó la humanidad, o sea, en este país, de que un doctor esté nada más, tal vez, por el salario y no por la humanidad”, dijo.
“No es solo mi papá que se enferma, sino toda la familia”, agregó.
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Bajo su cuidado
Don Guillermo está bajo el cuidado de Cristian, con el apoyo de su hermano. El joven tiene que dividir su tiempo en ir al trabajo durante el día y luego, en la noche, llega a su casa a atender a su papá.
Durante el día, el señor está en un centro diurno, pues no puede estar solo y requiere la atención y cuidado de otras personas porque no puede caminar ni tiene habilidades cognitivas.
“Él está conmigo en las noches y parte de la mañana. Yo lo alisto, se lo llevan a las 5 a.m. y lo devuelvan a la casa. Normalmente, lo recibe mi mamá, que es otra adulta mayor. La muchacha me ayuda a ponerlo en la silla de ruedas porque mi papá perdió la movilidad”, indicó el joven.
Ha perdido peso
El vecino de Desamparados detalló que su papá ha perdido mucho peso desde que su salud se deterioró.
En cuestión de meses, el adulto mayor perdió la habilidad de hablar y de caminar. Además, ha perdido el apetito.
“Ha ido perdiendo su área cognitiva. Ahora llegó a un punto que perdió mucho de peso. Antes yo lo llevaba a bañarlo y hablaba. Pero esta última vez que estuvo en el San Juan de Dios, me lo devolvieron sin hablar”, afirmó el hijo.
“No me dice: ‘Mira Cristian, me duele tal’. No, nada más se queja del dolor. Entonces yo trato de decirle: ‘Papi, tranquilo, está bien. Yo sé que le duele, pero necesito cambiarlo, bañarlo, pasearlo’. Está llegando a un punto que ya no quiere comer y me va a tocar ir a ver si le ponen una sonda”, agregó.
Debido a esta situación, su mamá está deprimida de ver a su esposo sin poder caminar y deteriorándose cada día.
“Era un señor que todos los días le gustaba ir a misa. Le gustaba el baile y hacía ejercicio”, contó Cristian.
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Citas para el 2027 y 2029
Según el joven, a su papá le dieron dos citas médicas para dentro de unos años. Una de ellas para el 2027 en el Hospital San Juan de Dios y la otra para el 2029 en el Área de Salud Desamparados.
El hijo siente impotencia por el hecho de que le agendaran las citas para dentro de unos años, cuando, de acuerdo con él, el señor ya estaría muerto.
Cristian comentó que ellos no han acudido al servicio privado para que atiendan a su papá porque no tienen los recursos económicos para hacerlo.
Además, pidió ayuda a diferentes instituciones, por ejemplo, al Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (Conapam), sin embargo, le indicaron que debían hacer un estudio antes. Una trabajadora social de la Caja les ayudó a conseguir un paquete de 25 pañales que les dan cada mes.
Consultamos a la CCSS para conocer su postura sobre este caso, sin embargo, a la hora del cierre de edición de la nota, no obtuvimos respuesta.







