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Misionero costarricense huyó de Ucrania por temor de una invasión rusa

El misionero costarricense, Roberto Ramírez Quesada, salió soplado rumbo a Polonia

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La tensión en Ucrania por el conflicto con Rusia es cada vez mayor, por eso este miércoles desde muy temprano el misionero costarricense Roberto Ramírez Quesada salió soplado de ahí rumbo a Polonia para abandonar el territorio en caso de que estalle la guerra.

Ramírez pertenece a una organización no gubernamental (ONG) con la que desde hace un año se encuentra destacado sirviendo como misionero en Ucrania. La organización por prudencia le pidió a él y sus otros cinco compañeros salir del país. Roberto nos pidió no revelar el nombre de la misma para evitar represalias contra ellos.

Si usted no está al tanto de lo que está pasando en Ucrania, le contamos que todo apunta a que en cualquier momento el ejército ruso los ataque por su interés de unirse a la Organización para el Tratado del Atlántico Norte (OTAN), una unión militar de países occidentales encabezada por Estados Unidos.

Ramírez viajó vía terrestre durante toda la noche junto a sus compañeros de nacionalidad francesa y escocesa para resguardar su vida. El joven, de 33 años, es ingeniero industrial graduado de la Universidad Fidélitas y nació en Paraíso de Cartago.

El misionero tico confía en que la salida sea momentánea, pues en Kiev, capital ucraniana, están muy divididas las opiniones sobre el futuro, unos creen que Rusia no se animará a atacarlos, mientras otros consideran que es un hecho que esto pasará, máxime que las tensiones entre ambos países nacieron en el 2014, cuando el gobierno ruso se adueñó de la península ucraniana de Crimea.

Muchas generaciones de ucranianos han sufrido la guerra, por lo que están esperanzados de que no vuelva a suceder.

Incertidumbre

En lo económico sí se nota un cambio, la gasolina ha aumentado mucho y algunas gasolineras han cerrado, creando un ambiente de incertidumbre donde el grivna (moneda oficial ucraniana) ha subido significativamente.

“En el aeropuerto es donde se nota más, prácticamente está solitario, el martes estuve ahí, y prácticamente no hay llegadas, pero sí salidas de ucranianos que pueden hacerlo cómo medida de prevención”, explicó Ramírez.

Lo que sí lo extraña fue la falta de respuesta que ha tenido del Ministerio de Relaciones Exteriores costarricense, hace un mes les envió una gestión sobre su estadía en el país europeo.

Roberto tiene cuatro años de ser misionero y anteriormente sirvió en El Salvador, Taiwán y África del Norte.

Lo primero que llamó la atención del joven paraiseño fue que los colores de la bandera ucraniana (azul y amarillo) coinciden con los de su amado Paraíso.

“Mi apostolado lo realizo en Kaharlyk, un pueblo a ochenta kilómetros de Kiev, donde aparte de dar a conocer a un Jesús integral, trabajamos en centros de cuido infantil, programas medioambientales y capacitación a niños y jóvenes en diferentes ramas del trabajo”, agregó el misionero.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, prometió este miércoles que su país resistirá a cualquier eventual invasión, y la OTAN aseguró que no constató ningún repliegue militar por parte de Rusia en las fronteras con la exrepública soviética.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, anunció que la organización reforzará sus defensas en el este de Europa con más despliegues en sus países miembros fronterizos con Ucrania.

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