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Niño pidió que lo vistieran de repartidor de comida por el 1 de mayo para ser como el papá

A Efraín Miranda se le hizo un nudo en la garganta al escuchar que su hijo quería seguir sus pasos

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Efraín Miranda se sintió el hombre mas feliz del mundo este lunes 2 de mayo porque su hijo Eiker, de cinco años, fue vestido al kínder como un repartidor de comida porque quiere ser como su papá cuando sea grande.

El puntarenense se sintió tan conmovido que subió dos fotos al Facebook en las que salen los dos uniformados y las acompañó de un mensaje tan lindo que la publicación se hizo viral.

“Cualquier otro niño hubiera preferido escoger ser policía, doctor, bombero, pero el mío decidió ir vestido de lo que el papá hace, lo tenía claro desde el día que se le preguntó. Se me sale el corazón de amor por mi niño, por ser tan especial, él va tan feliz y no sabe que me acaba de hacer el hombre más feliz del mundo. Me siento orgulloso de saber que ve mi esfuerzo, mis mojadas, mis llevadas de sol, ya todo eso hoy valió la pena, seguiré dando lo mejor para seguir siendo un ejemplo para ti. Te amo mi niño hermoso”, escribió el orgulloso papá.

Efraín contó a La Teja que a su pequeño le avisaron, desde la semana pasada, que este lunes celebrarían el Día del Trabajador en el kínder y que por eso debía elegir una profesión para que fuera vestido.

Cuando Miranda y su esposa, Edrian María Vega, le preguntaron al pequeñito, “¿qué quiere ser cuando sea grande?”, Eiker los sorprendió con la respuesta.

“Le pregunté si quería que le consiguiéramos un traje de policía, de bombero, de doctor o de alguna otra cosa y él desde el primer momento me dijo que de exprés, creí que le había escuchado mal y le volví a preguntar y me dijo: ‘quiero ir de trabajador exprés, como usted’, en ese momento se me hizo un nudo en la garganta, porque ni mi esposa ni yo esperábamos que nos dijera eso.

“Dijo que quería un bolso como el que yo uso para repartir la comida y una camisa, pero yo me esperé un poco porque creí que podía cambiar de opinión, como a los dos días le volví a preguntar de qué quería ir vestido y me volvió a decir que de repartidor de comida, igual que yo, entonces le encargué a hacer el bolso y la camisa”, contó Efraín emocionado.

Experiencia inolvidable

El sábado pasado Efraín le volvió a preguntar a su hijo, por aquello de que cambiara de opinión, pero siguió firme en su decisión.

Además de trabajar con la aplicación Pedidos Ya desde hace unas semanas, Efraín bretea como “display” (repartidor y acomodador de productos en supermercados) y este lunes amaneció con malestar estomacal, entonces tuvo que ir a la clínica.

“Me revisaron y me inyectaron, mi jefe me dijo que me tomara el resto del día libre, entonces me fui a recoger a mi hijo donde lo estaban cuidando y me lo llevé para la casa para alistarlo para que se fuera para el kínder.

“Tuve la oportunidad de vestirlo y hasta me puse yo también la camisa de Pedidos Ya y nos tomamos unas fotos juntos para recordar ese día, yo no me cambiaba por nadie. Cuando llegó del kínder me contó que pasó el día jugando de que le repartía comida a los compañeros”.

Efraín dice que este martes se levantó con una energía increíble porque ahora más que nunca tiene claro que hay una personita que lo admira y quiere seguir sus pasos.

“Todos los días me levanto temprano y me voy a trabajar como ‘display’. A las cuatro de la tarde salgo y me voy para la casa a recoger el bolso y empiezo a trabajar como repartidor.

“Ahorita tengo 27 años, pero trabajo desde que tengo 15, he sido peón de construcción, vendedor de naranjas, trabajador de pescadería, mensajero, vendedor de tiempos en ventanitas, vendedor de lotería en la calle, también he descargado pescado de barcos, hago lo que sea por poder llevar el sustento a mi familia”, aseguró este pulseador.

Gran responsabilidad

El repartidor de comida dice que le alegra demasiado que su hijo lo admire, al igual como él se inspiró en su papá.

“Siento una responsabilidad enorme de saber que mi hijo ve en mi un ejemplo, quiero hacer lo mejor para que él se sienta orgulloso de mí.

“Mi papá ya murió, se llamó Guido Salazar, no fue mi papá biológico, pero me crió y me enseñó el valor del trabajo, él chapeaba, hacía fumigaciones y siempre me andaba con él para arriba y para abajo, me gustaría que mi hijo me llegara a admirar tanto como yo admiré a mi papá siempre”, expresó el puntarenense.

Efraín dice que el martes el celular no le paró de sonar porque todos los conocidos vieron la publicación y lo llamaron para hablar sobre ella. Dice que nunca esperó que se hiciera viral, ya que solo quiso expresar la emoción tan grande que sentía de ver a su pequeño seguir sus pasos.

Rocío Sandí

Rocío Sandí

Licenciada en Comunicación de Mercadeo de la Universidad Americana; Periodista de la Universidad Internacional de las Américas, con experiencia en Sucesos, Judiciales y Nacionales. Antes trabajó en La Nación y ADN Radio.

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