La situación política del país se está calentando poco a poco, de cara a las elecciones del 2026, y los distintos partidos políticos ya están poniendo las cartas sobre la mesa con las candidaturas con las que lucharán por la presidencia y las diputaciones.
Hay agrupaciones políticas que apuntan a sacar un montón de diputados, cosa que no es nada fácil; incluso, uno persigue la meta de sacar 40 legisladores, algo nunca antes visto en el país.
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Y es que el tema con las diputaciones no es jugando; el proceso para la distribución de las curules se basa en un sistema de cocientes, subcocientes y residuos. Aquí le vamos a explicar bien cómo es el asunto.
Rónald Alfaro, catedrático de la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica, se las sabe todas sobre la elección de los diputados, y nos envió una explicación que hizo sobre el tema.
Lo primero que hay que tener claro es que en Costa Rica hay 57 diputaciones, y que ya está definido cuántas corresponden a cada provincia. Las más pobladas eligen más congresistas; por ejemplo, para San José son 18; para Alajuela 12, para Cartago 6, para Heredia 5, para Guanacaste 5, para Puntarenas 6 y para Limón 5.
En las elecciones legislativas, la ciudadanía vota por una lista de candidaturas de un partido político y no por candidaturas individuales.
Alfaro explicó que para entender cómo son asignadas las curules se utilizan dos procedimientos: en primer lugar, se aplica el cocientey, en caso de que queden plazas por asignar, se aplica la cifra residual.
Las matemáticas mandan
El experto explicó con detalle qué es el cociente electoral; se trata de la cifra que se obtiene al dividir la cantidad de votos válidos en la elección en una determinada provincia, entre el número de curules que le corresponden.
“El cociente constituye el primer umbral para que un partido político alcance escaños. Los partidos obtienen tantos escaños como cantidad de cocientes”, expresó Alfaro.
A manera de ejemplo, les vamos a explicar lo que pasó en las elecciones del 2018 en Puntarenas.
Se registraron un total de 167.971 votos y, como para esa provincia hay 5 curules legislativas en disputa, utilizando el procedimiento mencionado para sacar el cociente, este dio 33.594 votos. Eso quiere decir que para que un partido político sacase un diputado en Puntarenas, tenía que conseguir al menos 33.594 votos.
Para que usted se haga una mejor idea, le contamos que para llenar el Estadio Nacional se necesitan 35 mil personas; es decir, para sacar un solo diputado en Puntarenas, casi que habría que llenar por completo ese recinto.
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“Un partido que haya obtenido esa cifra de votos (33.594) o más, se queda con una diputación, o con más de una, en caso de que su cantidad de votos supere, significativamente, este primer umbral. Dicho de otra manera, por cada votación de un partido, equivalente a un cociente electoral, la agrupación se adueña de una curul. Si la votación alcanza para dos cocientes, se les asignan los dos”, manifestó Alfaro.
Siguiendo con el mismo ejemplo, Restauración Nacional obtuvo 41.795 votos (casi que igualó a Karol G en los dos conciertos que dio el 2024 en el Estadio Nacional, a cada uno llegaron 45 mil personas), mientras que Liberación Nacional obtuvo 36.257.
Con esa cantidad de votos, ambos partidos tuvieron derecho a una diputación por cociente cada uno, pero no les alcanzaba para una segunda curul por este primer mecanismo, por lo que era necesario recurrir a un segundo procedimiento para distribuir las curules restantes.
Los votos sobrantes son muy importantes
Los votos “sobrantes” después de restarles la cifra del cociente fueron 8.200 en Restauración Nacional y 2.662 en el PLN. Estos residuos van a ser claves en el segundo procedimiento de distribución, pues de las 6 curules disponibles se asignaron, únicamente, 2 en esta primera etapa.
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“Cuando ningún otro partido posee una cantidad de votos igual o mayor al cociente electoral, entra en juego el segundo procedimiento. En este segundo mecanismo, los partidos se ordenan de mayor a menor, según la cifra residual de los votos recibidos, y se le asigna una curul a aquella agrupación cuya votación total (o la resultante de los residuos obtenidos después del primer procedimiento) sea igual o mayor al subcociente electoral.
El subcociente corresponde a la mitad del cociente. Se trata del segundo umbral para competir por puestos en el Congreso. Si la votación de los partidos no supera el subcociente, no tienen derecho a entrar en la repartición de curules.
En 2018, en Puntarenas, el subcociente fue de 16.797 votos.
Al ordenar a los partidos de acuerdo con sus votos de mayor a menor, las 3 curules pendientes fueron asignadas de la siguiente manera: una a Restauración Nacional (8.200 votos), una al PLN (2.662), y otra al PUSC con 24.071 votos. A los socialcristianos la votación obtenida no les alcanzó para superar el cociente (primer umbral), pero sí para superar el subcociente.
Para hacer la asignación por subcocientes, siempre se les da prioridad a los partidos que obtuvieron más votos en total, por eso en este caso se le asignaron primero a Restauración Nacional y el PLN y luego al PUSC, pese a que los residuos de los primeros dos eran menores a los votos totales de los socialcristianos.
Después de esta explicación queda más que claro que sacar 40 diputados es una misión, prácticamente, imposible.