EscucharRolando Mora Pérez es un vecino de Barranca de Puntarenas que tiene 72 años, y que lleva una década sufriendo con dos hernias inguinales que le causan unos dolores y unas congojas tremendas.
Las hernias inguinales son abultamientos causados por la salida del contenido de una cavidad, generalmente una parte del intestino, a través de una zona de debilidad de la pared que lo contiene, cercana a la ingle.
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Algunas de estas hernias son muy dolorosas, otras no, pero crecen bastante y se pueden volver muy incómodas. El tratamiento más común es la operación.
Hilda Rodríguez, esposa de Rolando, nos dijo que ella ya no sabe ni qué hacer para ayudar a su esposo porque lo ve sufrir mucho, pero nada que le dan cita para operarlo, ¡Llevan años esperando!
“Hace unos 10 años él empezó con dolores y fuimos al médico, le mandaron una referencia para el hospital de Quepos, pero en aquel momento el doctor dijo que prefería no operar a mi esposo porque él tiene un problema cardíaco, entonces nos hicimos a la idea de que tenía que aprender a vivir con esas hernias.
“A él se le salen las hernias, pero como es tan travieso y cuando las tiene afuera le duelen mucho, aprendió a metérselas él solito”, contó la mujer.
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Años después, debido a serios problemas estomacales, Rolando tuvo que volver al médico. Para agilizar el proceso, sus familiares lo llevaron a un centro médico privado y le hicieron varios exámenes, entre ellos una gastroscopía y una colonoscopía que revelaron que tenía unos nódulos cancerosos y una peligrosa bacteria.
“Lo mandaron al geriatra al hospital de Puntarenas y el especialista le vio las hernias y dijo que no veía ningún problema en que se las operaran, nada más que por el tema del corazón no había que ponerle anestesia general, sino solo de la cintura para abajo”, comentó doña Hilda.
Ella dice que el médico le mandó una referencia urgente para que le operaran las hernias a don Rolando, eso fue hace tres años, pero a estas alturas ni siquiera han fijado la fecha para la cirugía.
Familia siente una gran frustración
Hilda dice que ella se siente muy frustrada de ver a su esposo pasar penurias, sin tener un futuro alentador.
“Él médico ha sido claro en que la situación de mi esposo es delicada, nos ha dicho que en cualquier momento puede haber complicaciones con las hernias que nos pueden hacer correr al hospital, por eso hay que estar atentos. Ese es un motivo más para apurar la operación.
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“Cuando le dan las crisis, casi que se pone a llorar y yo lo veo que busca Cofal o Zepol para ponerse a ‘acomodarse’ las hernias, como dice él. Si, por ejemplo, vamos a misa y se le salen las hernias, tiene que buscar una banca o algo para acostarse y acomodarse y bueno, pasa unos momentos incómodos porque muchos no saben lo que él tiene y por el lugar donde están las hernias (cerca del área genital) se puede hasta malinterpretar”.
Hilda dice que su esposo no tiene calidad de vida, con solo caminar o hacer movimientos normales del día, de un momento a otro se le “salen” las hernias y sufre amargamente, por eso les urge la operación.
“No tiene paz para ir a un paseo, para ir a ningún lado porque en cualquier momento le da una crisis. Tenemos muchos años viviendo así. Ya él es un adulto mayor, pensionado, lo que necesita ahorita es vivir tranquilo, sin ese tipo de situaciones tan incómodas y dolorosas”, narró.
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Tanto doña Hilda como los familiares de don Rolando ruegan porque pronto suene el teléfono y por fin les avisen cuándo será la tan esperada cirugía, y que ojalá sea pronto y que no les pase como el caso del soldador de Aguas Zarcas de San Carlos, al que le dieron una cita “urgente” que necesita en ortopedia para el 2044.
La Teja consultó en el departamento de prensa de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) a qué se debe que aún no haya una fecha definida para la cirugía “urgente” del paciente y ahí remitieron la consulta a los funcionarios del hospital de Puntarenas.
Ahí nos dijeron que iban a investigar el caso, pero aún no tenemos la respuesta.
