Doña María del Carmen Zumbado conoce muy bien el secreto para pegar con nuestro código de la suerte y es muy sencillo: activar con fe.
Cuando se acercan las cinco de la tarde ella empieza a jalar duro la suerte y comienza a decirles a todos en su casa que ya casi la llamamos para decirle que es la ganadora.
Y el agüizote le ha dado resultados porque el pasado lunes 7 de mayo pegó por segunda ocasión tres tejitas, esta vez divididas de la siguiente manera: ¢150 mil en una tarjeta de regalo y ¢150 mil en un certificado canjeable en Münkel Centro Médico.
A esta suertuda de 75 años no se le olvida que hace tres años también se ganó ¢300 mil y con eso pudo comprar los muebles de la sala, incluso, fue sentada en esos sillones donde recibió la noticia de que había vuelto a pegar.
“Tengo seis hijas, ya todas grandes y casadas. A ellas y a sus esposos les dejo bien claro que cuando me vienen a visitar tiene que traer pan, leche y La Teja. Dios guarde y se les olvide el periódico, ya todos saben y siempre me cumplen, en ocasiones hasta dos por día activo”, nos comentó muy alegre doña María.
En esta ocasión, dice que la platica que se ganó en la tarjeta de regalo la usará para darse un gustazo con su esposito, don José Luis González.
“Nos vamos a ir de paseo, la verdad es que nos lo merecemos y por eso vamos a disfrutar mucho la platica paseando”, comentó la ganadora.
Sobre el premio de Münkel Centro Médico, comentó que se hará un chequeo médico completo para comprobar que está puras tejas de salud.
“Siempre es bueno mantenerse en control, la salud es lo más importante y hay que cuidarla”, comentó.
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Como este martes 8 de mayo terminó el periodo presidencial de Luis Guillermo Solís, le agradeció por los cuatro años, pero sí considera que le faltó firmeza para tomar decisiones importantes para el país.
“Pero tengo claro que en cuatro año no iba a resolver todos los problemas del país”, añadió.
También le dedicó unas palabras al nuevo presi, Carlos Alvarado
“Dios lo ilumine, que haga un muy buen gobierno porque todos los costarricenses ocupamos que haga bien las cosas, el asunto está muy difícil y necesitamos un muy buen presidente”, agregó.
En total tiene seis hijos, 8 nietos y 3 bisnietos. Es una guadalupana de la pura cepa, pero por estos días vive en Coronado, primero porque se fue con su marido a cuidar dos nieticos y ahora que ellos ya crecieron porque don José Luis le cogió cariño a la zona y ya no quiere devolverse a Guadalupe.