Este jueves le tocó sentarse en el banquillo de los cuestionados al rector de la Universidad Nacional, Alberto Salom, quien culpó al plan fiscal de la polémica que se generó alrededor de la construcción de una casa estudiantil y una plaza que iban a hacer en honor a la diversidad que costaría $14 millones (¢8.700 millones).
Salom reclamó a los legisladores que obras como la ampliación de aeropuertos y cárceles no reciben las mismas críticas que este proyecto que, según él, va a promover el arte y la cultura.
Al ingreso de la actividad, el rector estaba seguro de que solo iba a declarar y listo, pero la cosa se le puso medio tensa porque le llovieron un tanate de críticas de los diputados que cuestionaron la forma en la que se administra la plata en ese centro de estudio.
Durante 15 minutos, Alberto defendió el proyecto y aseguró que no era algo que él quería, sino que es un proyecto planificado y necesario para los estudiantes.
“Vengo a hablar en nombre de una universidad benemérita de la patria y la primera en el índice de transparencia, según la Defensoría de los Habitantes”, dijo Salom.
Sin embargo, estas palabras no conmovieron a los legisladores quienes manifestaron estar insatisfechos con la forma en la que la universidad pide cada vez más plata mientras ese aumento de fondos no se ve reflejado en las sedes regionales o en la matrícula de nuevos alumnos.
Carlos Ricardo Benavides, jefe de la fracción del Partido Liberación Nacional, criticó el argumento del rector de que la plata salió de “ahorros” y aseguró que esto demostraba una “inutilidad” para ejecutar el presupuesto, ya que el dinero pertenece al fondo que el Gobierno le pasa a las universidades.
Otros legisladores como Ivonne Acuña, de Restauración Nacional le cuestionó la insistencia de cumplir con “caprichos” y el diputado Wagner Jiménez le reclamó por la cantidad de laboratorios, comedores y aulas que se harían con esa plata.
A pesar de las regañadas, Salom defendió a capa y espada la necesidad de arrancar con la construcción. “Podríamos vernos sumergidos en una demanda de la empresa, lo cual no es inimaginable, y eso haría que tengamos que abocarnos en invertir los recursos que tenemos para una obra, en pagar una demanda”, advirtió Salom.
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