Nacional

Semana Santa es una breteada de burro

Alajuelense alquila estos animalitos para las procesiones del Domingo de Ramos y no le sobra ni uno

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Cada vez que se acerca la Semana Santa, don Alexander Gónzalez no puede dormir en paz por la breteada de burro que se tiene que pegar.

Este vecino de La Cañada de Alajuela es un criador de burros y para estas fechas no le sobra pero ni medio animalito, ya que estos son los protagonistas en la procesión del Domingo de Ramos.

"Casi no se duerme porque es una preocupación por no quedar mal, porque a esto me dedico solo yo y hay que prepararlas (a las burritas) para que todo salga bien. Hay que recogerlas, ver que estén bien montadas, es un pequeño sacrificio, pero uno lo hace con amor", comentó González quien cría a estos animalitos para venderlos.

Don Alex nos confirmó que todos los años, para este época, se le van todas las burras, que son pedidas por iglesias de todas partes del país para la procesión en la que se recuerda cuando Jesús entró a Jerusalén montado en un animalito de estos.

Y decimos burras porque son las que sirven para ese recorrido, ya que son las más dóciles, los machos son un verdadero dolor de jupa para esas actividades.

González tiene cerca de 25 años de dedicarse a la reproducción de burros en el país. De hecho, dice que cuando él empezó ya en el país no había este tipo de animal, por lo que tuvo que mandar a traer del extranjero.

Cuando tenía unos cuantos años de estar en esas, las iglesias que están cerca de su casa le pidieron una burra para una procesión y el hombre se mandó. Desde entonces, sus peluditas no se pierden un Domingo de Ramos.

Es tanta la demanda que, de los 50 animalitos que tiene en su finca, 25 burras van para distintas iglesias.

Y no es que le falte oferta para colocar al resto de peluditos, lo que pasa es que los que no salen es porque no reúnen las condiciones para participar: porque están recién mejoradas, no tienen la altura suficiente o son machos.

"No me alcanzan, ellas salen para iglesias de todos lados del país, desde San Ramón hasta Cartago que es lo más lejos, pero también en barrios de San José, Heredia, Alajuela, Santa Ana, por todas partes. De hecho, son tantas que en este momento ya estamos negando las que nos están pidiendo en estos días", mencionó.

Según don Alex, para que las iglesias puedan contar con sus burritas, tienen que llamar por lo menos un mes antes, porque de lo contrario quedan fuera.

Si usted quiere que las procesiones de su comunidad tengan a una de las burritas de don Alex, tiene que llamar a los número de teléfono: 2442-1359 o 8366-1834. El costo es de ¢50 mil, platica que sirve para comprarle el alimento a los peluditos. Claro esto ya pensando para el otro año.

Las burritas de este señor son las indicadas para este tipo de procesiones porque él las quiere tanto y le gusta tanto verlas desfilando, que las entrena para que lleguen con toda la pata.

González nos contó parte de su entrenamiento. Un mes antes las saca a la calle para que se vayan acostumbrando a la bulla y a los carros, a la gente y a pasar por lugares desconocidos.

Por ejemplo, dice que los burros no pasan sobre un muerto, porque les da miedo, pero como son animales tan inteligentes, en dos toques aprenden y listo.

El monto que pide González es casi que significativo, por eso él pide que le cuiden mucho a sus bebés, ya que en una oportunidad le devolvieron a una burrita ciega.

"Hay que aclarar que eso no fue en una iglesia, sino que fueron las personas que manejan al burro. En ese caso seguro le pegaron con los mecates por los ojos para que hiciera caso y me la devolvieron así", narró con tristeza.

Una historia similar es la de don Elías Bolaños y doña Marta Bonilla, una pareja que tiene tres burritas y un burro.

Ellos viven en San Joaquín de Flores y sus animalitos van a estarle agregando color a las procesiones de San Cayetano, en Chepe y en Santo Domingo de Heredia.

Los peluditos de ellos se llaman Gasparín, La Doña, Sabanera y Tica Linda.

La Teja las fue a visitar esta semana para ver cómo se preparan para la Semana Santa y estaban hechas un amor, aunque según su dueña, aún les faltaba mucha más preparación.

Esto porque doña Marta nos dijo que ella suele bañarlas, peinarlas bien bonitas y cortarles el pelito de las orejas para que lleguen como unas muñecas.

Tanto ella como don Elías consideran que para esta época tienen más brete, pero ellos encantados con que tomen en cuenta a sus burritos para estas actividades.

Marcelo Poltronieri

Editor web, acomodador del periódico impreso y uno de los encargados de los posteos en las redes sociales de La Teja. Ha trabajado en Grupo Nación desde el 2012 en distintos productos y secciones. Es bachiller en Periodismo y licenciado en Producción Audiovisual en la Universidad Federada San Judas Tadeo.

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